Si, como dice un amigo, la ciencia ficción consiste en crear un mundo desde avances científicos imaginarios, y defenderlo a cabalidad de manera lógica y racional, varias autoras y autores colombianos lo han venido haciendo desde hace años. Estos son algunos ejemplos.
Primeras incursiones. Un extranjero escribe en la Barranquilla de los años 1920 la historia de 14 sabios y tres mujeres que fueron excluidos de presenciar el evento más importante de la historia universal. En la misma ciudad, entre los cimientos de un edificio destruido, aparece el cuerpo de un hombre que despierta después de doscientos años de hibernación; es el año 2132, la energía atómica reemplazó la gasolina, los telescopios espectrales han permitido encontrar vida en otros planetas y la gente no se saluda de mano. En otra parte, un oficial de la Policía Interplanetaria planea un viaje a Marte para disfrutar sus vacaciones, sin saber que lo que le espera es muy diferente de lo que se imagina.
José Félix Fuenmayor, “Una triste aventura de 14 sabios”. Laguna Libros, 2013 [1928].
José Antonio Osorio Lizarazo, “Barranquilla 2132”. Laguna Libros, 2019 [1932].
Manuel Francisco Sliger Vergara, “Viajes Interplanetarios en Zepelines que tendrán lugar el año 2009”. Laguna Libros, 2015 [1936].
Sigue siendo la ciudad, pero no. Los habitantes de Ciudad Andina pueden disfrutar de todos los lujos y comodidades que deseen con una condición: a los 45 años deben morir o abandonar la ciudad; si deciden lo primero, sujetos como Iménez son los encargados de acabar con sus vidas. Un librero renegado, un poeta maldito pero tierno, una contrabandista, entre otros habitantes, comparten un hotel en el centro de Angosta, una ciudad con tres climas, tres pisos y tres castas emplazada en un valle de la cordillera de los Andes. Un sujeto viaja desde Bogotá con su amante, una licuadora Óster, hacia la Estación Espacial Urano en búsqueda del hombre del que se enamoró
Luis Noriega, “Iménez”. Literatura Random House Mondadori, 2018 [2011].
Héctor Abad Faciolince, “Angosta”. Seix Barral, 2003.
Luis Carlos Barragán, “Vagabunda Bogotá”. Angosta Editores, 2017 [2011].
Los límites del cuerpo y de la mente. Desde que en 1997 la piel dejó de ser un límite para las personas, muchas se empezaron a fusionar con otras de manera permanente. Un niño colombiano se mezcla por error con una niña siria y dedica su vida a buscarla. En un mundo distinto, un videojuego permite que sus usuarios experimenten la vida de diferentes personajes; Lucas es una de las más buscadas, pero la depresión y el aburrimiento han puesto en riesgo su popularidad e, incluso, su vida.
Luis Carlos Barragán, “El gusano”. Ediciones Vestigio, 2018.
Andrea Salgado, “La lesbiana, el oso y el ponqué”. Ediciones B, 2017.
Una visión rural. Una comunidad se va volviendo víctima de las actividades de una empresa que no solamente contamina el ambiente, quiere sus tierras y afecta sus posibilidades para alimentarse, también soltó unos insectos monstruosos para mantener lejos de sus instalaciones a los habitantes de un pueblo.
Cristian Romero, “Después de la ira”. Alfaguara, 2018.
Los libros de las maravillas. Inteligencias artificiales, múltiples visiones del fin, corporaciones malvadas, mundos diferentes. Desde 2013 se realiza el Concurso Mirabilia de Cuentos de Ciencia Ficción. Los relatos ganadores de cada una de las cinco ediciones, junto con los que obtienen mención especial, han sido publicados en distintos volúmenes.
VV.AA., “Criaturas Artificiales”; “Ahora después nunca”; “Sobre Vivientes”; “Los allás”; “Dispositivo (dizque) distópico”. Mirabilia Libros.
El tiempo y las horas (tres compilaciones de cuentos). Alienígenas, viajes espaciales, experimentación génetica, visiones del apocalipsis, prologadas por uno de los pioneros de la ciencia ficción en el país. Dos volúmenes con visiones de futuro para Colombia, identidades en movimiento, máquinas fantásticas, inteligencias artificiales, androides y nuevas tecnologías, seleccionados por uno de los principales expertos colombianos sobre el género.
René Rebetez (comp.), “Contemporáneos del porvenir”. Planeta, 2000.
Rodrigo Bastidas (ed.), “Relojes que no marcan la misma hora” y “Cronómetros para el fin de los tiempos”. Planeta Lector, 2017.
Si le interesan estos temas, busque en redes a Ciencia Ficcionarios y vaya, si está en Bogotá, a La Valija de Fuego (Kr 7# 46-68) y a Mirabilia (Kr 23# 63B-30), o en Medellín al Club de Ciencia Ficción del Planetario.
