El procurador Fernando Carrillo había empezado una investigación contra Fernando Fiorillo Zapata, contralor Distrital de Barranquilla, por su participación en el episodio de las mujeres en bikini que aparecieron repartiendo publicidad de Vargas Lleras en El Rodadero hace unas semanas.
El exvicepresidente, en medio de la campaña, negó que en su movimiento se planearan ese tipo de actos que, según la candidata a la vicepresidencia de Iván Duque, Marta Lucía Ramírez, van en contra de la dignidad de las mujeres.
La investigación apuntaba a que Fiorillo y el representante a la Cámara electo por el Atlántico César Lorduy habían contratado a las mujeres y llevado a varios lugares de la Costa Caribe para promover a su candidato mientras repartían publicidad en vestido de baño.
Carrillo confirmó mucho de lo que se sospechaba cuando le mostraron un contenido en una red social donde Fiorillo, con un turbante en la cabeza y simulando ser árabe, graba un mensaje donde manifiesta que se inmolará en público si sus seguidores no votan por Germán Vargas Lleras.
Carrillo no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Un funcionario que debe velar por la transparencia se ponía en escena en una acción que el propio procurador calificó de “payasada”.
El procurador, que tenía un evento hoy en Barranquilla, aprovechó para llevarse la decisión tomada, anunciarla y de paso advertirles a los funcionarios públicos de la región, y en especial de Barranquilla, que con él no es jugando y no le temblará la mano para investigar y sancionar como lo hizo antes de elecciones cuando separó del cargo al alcalde de Galapa y le abrió investigación a Alejandro Char, alcalde de la arenosa. Al contralor distrital, finalmente, lo elige el concejo de la ciudad, en donde hay mayoría de la familia Char y Cambio Radical.
La Procuraduría anunció especial atención a Barranquilla en la segunda vuelta presidencial para evitar que los funcionarios sigan ejerciendo este tipo de actos en los que condicionan el voto usando su poder y cargo público.
