El próximo mes de julio se celebrará en Berlín, Alemania, una conferencia con el fin de darle a las familias, profesores y empleadores herramientas para estimular a los jóvenes a que no desistan en la escogencia de carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería, y las matemáticas.
El esfuerzo de los panelistas que asistirán a la conferencia hace parte de una iniciativa que se dio a conocer en 2001 con el nombre de STEM (Ciencia, tecnología, Ingeniería y matemáticas en inglés).
Su creadora Judith A Ramaley, directora en ese entonces del departamento de Educación y Recursos humanos de la Fundación Nacional de las Ciencias, pensó que era necesario combinar la ingeniería y la tecnología en el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias con el fin de hacer todas estas materias mucho más interesantes.
La técnica consiste en enseñar a pensar de manera creativa e innovadora con el fin de encontrar soluciones prácticas a través del descubrimiento, la exploración, y de la participación activa y en equipo de estudiantes o empleados.
En el ámbito educativo el sistema ha sido de especial importancia para las niñas, quienes no han tenido la opción de desarrollarse en estas áreas al igual que los hombres.
En Estados Unidos solo un quinto de los doctorados en Ciencias son entregados a mujeres, y solo un 14% de los profesores de física son mujeres. A pesar de que las mujeres representan más de la mitad de la fuerza laboral del país, menos del 25% tiene un trabajo en estas áreas.
Según estadísticas de Engineering.com, en un grupo de 25 ingenieros, solo 3 serán mujeres, y a pesar de que los empleos en ingeniería y tecnología son mejor remunerados, las mujeres que se gradúan de estas carreras terminan trabajando en otras plazas.
¿Por qué? Algunos de los factores incluyen la falta de modelos a seguir: aún son realmente muy pocas las mujeres triunfadoras en estos campos. Tristemente no abundan mujeres de la talla de Marissa Meyer, CEO de Yahoo.
Así mismo, siguen catalogando estas carreras de “masculinas“ respondiendo a viejos estereotipos de cómo debe verse y comportarse una mujer para ser femenina, y tal vez por la misma razón, no hay flexibilidad dentro de los círculos familiares para que las mujeres puedan practicar y dedicarse a estos campos.
Todo muy grave si se tiene en cuenta que los mercados laborales de nuestra región y el mundo están pidiendo a gritos precisamente empleados con las calificaciones que STEM puede producir.
Por eso el foro que se realizará en Alemania es de vital importancia. La conferencia precisamente apunta a tratar temas relativos a la necesidad del pensamiento crítico, los contextos educativos, las diferencias de género, las particularidades del desarrollo hormonal y lo que eso significa en el aprendizaje y gusto por estas áreas entre otras.
Interesante y necesario. Pero no hay que ir hasta Alemania para empezar a cambiar las taras que impiden a nuestras niñas soñar con ser ingenieras, matemáticas, científicas e innovadoras. La valoración de nuestros atributos como personas pensantes antes que físicas, los roles que tenemos en nuestros hogares, y nuestros comportamientos en familia pueden crear, sin mucho esfuerzo a mujeres lideres en estos campos que empujen tras de si a mas de las mismas. Y eso puede empezar hoy.
