Solo puede haber una verdadera negociación cuando uno está dispuesto a pararse de la mesa, pero parece que el Gobierno no lo está. ¿Será que pesa más el deseo de dar, cualquiera que sea el precio, que el futuro de un país?
Si a un niño siempre se le da gusto independientemente de que pelee con su hermano, que no ayude en la casa, que no haga las tareas, que no dé las gracias, que sea grosero… en vez de hacerle un bien, le estaremos haciendo mucho daño. Estaremos creando un ser humano egoísta, cómodo y desagradecido. Crearemos una persona sin vida porque no habrá aprendido algo fundamental: a dar. Y cuando esto pasa, la persona pierde la capacidad de tener al otro en cuenta porque solo sabrá pensar en ella misma. El resultado será un niño egoísta y sin capacidad de sentir empatía, cualidad fundamental para convivir en paz.
Para explicar por qué las negociaciones se están apagando lentamente, debemos primero hablar de ese órgano que late más de seis millones de veces al día para darnos vida. El corazón pareciera que da vida porque solo sabe dar; con cada latido da y da y da sangre, todo el tiempo, porque si deja de hacerlo morimos. Cuando un corazón es incapaz de bombear sangre, la persona muere porque sufre deaquello que los médicos conocen como IC o insuficiencia cardíaca. Sin embargo, esta no es la única forma de morir, también morimos si el corazón no sabe recibir porque no tendría sangre para dar. La sangre que recibe contiene el oxígeno y los nutrientes necesarios para darle vida a todas las células.
¿Por qué están agonizando las negociaciones? Porque la Paz funciona como el corazón: dar, recibir, dar, recibir. El gobierno ha demostrado una gran voluntad de dar, ceder, ofrecer, aflojar, pero recibe de la guerrilla una sangre sin nutrientes y sin oxígeno, una sangre sin voluntad de paz, sin vergüenza, sin afecto. Con esta actitud de solo dar sin recibir algo valioso a cambio, el Gobierno puede estar creando una guerrilla inclusive más egoísta (porque menos sabrá dar) y más violenta (porque menos compasión tendrá por los demás).
El Gobierno debe tener cuidado de ser el responsable de que la guerrilla padezca de insuficiencia cardíaca porque corremos el riesgo (todos) de que las negociaciones de Paz terminen, tristemente, haciendo más daño que bien, generando más muerte que vida. ¿Será posible, de pronto, que la insuficiencia cardíaca de la guerrilla sea sólo el síntoma de alguna obsesión o presión del Gobierno que desconocemos?
OJO: La insuficiencia cardíaca es una cosa completamente diferente a la pérdida de latidos o a un paro cardíaco.
acardenas999