El cruce de Karam Abu-Salem, fronterizo entre Egipto y Gaza, por donde ingresa la solidaridad internacional a Palestina, organizada por la ONU, se halla bajo control absoluto de las autoridades israelíes, que lo inspeccionan todo de manera rigurosa, para que no pase el mínimo elemento que pueda servir a Hamas. Los colonos de Israel aseguran que por allí cruzan armas y municiones con destino a esa organización, por lo que bloquean frecuentemente el paso.
Esos colonos son israelíes que ocupan por la fuerza, ilegalmente, las tierras de las que han despojado a los palestinos durante décadas. Un fenómeno que ha sido condenado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante múltiples resoluciones que nunca ha cumplido el estado de Israel, y que ninguna autoridad internacional ha podido hacer cumplir, porque Israel cuenta con el irrestricto apoyo de los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU.
El profesor español José Antonio Zorrilla, diplomático de toda la vida, ya jubilado como aclara él mismo, escritor y conferencista, afirma categóricamente algo innegable a la luz de los hechos. La Organización de las Naciones Unidas fue creada al final de la Segunda Guerra Mundial con el noble propósito de trabajar por la paz en el mundo, para que nunca se volviera a producir un horror semejante al que terminaba. Pero, desde su nacimiento, la realidad demostró ser distinta.
La ONU puede operar y cumplir su objetivo, únicamente cuando este coincide con el interés de los Estados Unidos. Y lo argumenta con ejemplos históricos. Naciones Unidas no intervino cuando la crisis de los misiles en Cuba en 1962, pese a que el mundo estaba al borde de una guerra nuclear. Ni en Vietnam o Camboya. Tampoco cuando las brutales dictaduras militares en Latinoamérica, promovidas y apoyadas todas por la CIA. Menos lo hicieron cuando el bombardeo a Serbia.
Ni cuando fueron invadidos y bombardeados Irak, Libia, Afganistán o Siria. Tampoco cuando Arabia Saudita arremetió contra Yemen. No podían hacerlo, pues eso significaba entrar en contradicción con Washington. Por eso el profesor Zorrilla lo dice con crudeza, no es cierto que las Naciones Unidas fueran creadas para favorecer la paz mundial. Fueron creadas, en el momento en que se erigían como primera potencia mundial, para favorecer exclusivamente a los Estados Unidos.
Existe un clamor internacional por lo que denominan democratización de la ONU, una organización que pueda determinar y obrar atendiendo la voz de todos y no solo la de una potencia y sus aliados
Eso explica la existencia de un clamor internacional por lo que denominan democratización de la ONU, una organización que pueda determinar y obrar atendiendo la voz de todos y no solo la de una potencia y sus aliados. Todo indica que ese es el problema hoy en Palestina. Las Naciones Unidas, con su secretario general a la cabeza, optaron desde un principio por mantener una posición equidistante en el conflicto, algo que no le perdonan Israel y compañía.
Ni Israel, ni los Estados Unidos, ni el Reino Unido, ni sus cómplices en el oeste de Europa pueden admitir que la ONU no comparta el holocausto que Israel cumple contra el pueblo de Palestina. Desde la primera declaración oficial del señor Antonio Guterres, se desataron los más violentos escarnios contra él y la organización que encabeza. Eso explica el montaje en curso contra la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio, UNRWA.
Ministros israelíes han expresado oficialmente su intención de expulsar a todos los palestinos de su tierra. A África, al Sinaí, a islas artificiales en el Mediterráneo. Es clarísimo su objetivo de rematar el despojo total de su tierra y patria a los palestinos. Algo no les va bien en la ONU, que no avala esa intención. Por eso, los servicios de seguridad de Israel envían a los Estados Unidos un informe, según el cual hubo complicidad de personal de la UNRWA con Hamas el 7 de octubre.
Las pruebas consisten en testimonios obtenidos en interrogatorios a palestinos detenidos por parte del servicio secreto de Israel, que mediante métodos no santos es capaz de hacer afirmar a cualquiera cualquier cosa. Esa agencia de la ONU es la que se encarga desde hace muchos años, de llevar alimentos, medicinas y elementos básicos a los palestinos refugiados y cercados en Gaza, tras los violentos despojos israelíes del pasado. Sin ella morirían de hambre o enfermedades.
Así que para exterminar o conseguir la deportación masiva del pueblo palestino, es necesario anular a la UNRWA. No es extraño entonces que, legitimando la oportuna acusación de Israel contra 12 empleados de la agencia, de treinta mil con que cuenta, los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido y demás del concierto europeo le suspendan toda ayuda. El propósito estará cumplido, destruir la agencia y desprestigiar por completo a las Naciones Unidas.
Palabras de elogio para España, que afirmó continuará apoyando a la UNRWA. Algo brilla en medio de la sucia marea que crece desde Israel y los Estados Unidos. Viva la ONU.