Partimos en este recorrido navegando por lo que se conoce como el río Medellín o río Aburrá. Nuestro punto de inicio se da en su nacimiento al sur del valle de Aburrá.
El río Medellín, único de este municipio, históricamente ha marcado el desarrollo de la ciudad. Nace en el alto de San Miguel a 2500 msnm, localizado en el municipio de Caldas, luego desciende sobre el valle de Aburrá, recorre diez municipios y finalmente se une al río Grande en el sitio de Puente Gabino, donde cambia el nombre por el de río Porce, de ahí al Nechí, luego al Cauca y muere en el Magdalena.
Con relación al nombre de río Medellín, tenemos la siguiente referencia de la Comisión Corográfica de 1852: “En el alto de San Miguel a 2500 msnm surgen las primeras aguas que forman el río que se llama Medellín, y que da el nombre a un estrecho, rico y pintoresco valle donde se halla la capital de la Provincia” (p 211–212). Además, don Manuel Uribe Ángel, en su Geografía General y Compendio Histórico del Estado de Antioquia en Colombia, de 1885, anota: “El Porce. Vierte del alto de San Miguel, y con el nombre de río de Medellín baja resueltamente al norte; primero por el vallecito de Caldas, y luego por el de Aburrá y/o Medellín” (p 123).
Navegando aguas misteriosas y continuando con las enigmáticas caras de este río, deja el nombre de Medellín y se transforma en el Porce, iniciando lo que se conoce en el departamento de Antioquia como la subregión del nordeste. Este tiene su nacimiento oficial en el sector Puente Gabino, municipio de Yolombó, a unos 1.052 msnm aproximadamente, y es lugar de la confluencia natural de los dos ríos. El río Porce es la principal fuente de alimentación de varias centrales hidroeléctricas de Antioquia. De hecho, este permitió construir las centrales Porce II, Porce III y posiblemente del Porce IV.
Continuando con el recorrido, el Porce deja la subregión del nordeste y se interna en la subregión del bajo cauca, esta entrega aguas al Nechí en el lugar conocido como dos bocas (punto limítrofe entre los municipios de Anorí, Cáceres y Zaragoza). Este tramo del viaje que describo a continuación es especialmente complejo, pues después de que sales del puerto conocido como los trozos sobre las aguas del Porce, en jurisdicción del municipio de Anorí, te encuentras todas las modalidades de minería ilegal. Este tramo del río se lo disputan cuatro grupos ilegales que rodean a sus anchas la explotación de los recursos renovables y no renovables que el río puede ofrecer.
Frente a los recursos naturales destaco el agua que cada vez que hay temporada de lluvias inunda el municipio de Zaragoza, respecto a la flora y fauna silvestre por las orillas del río Nechí se encontraron individuos de la fauna que destacan la gran diversidad de nuestros recursos naturales. Entre la fauna silvestre observada se encuentra: garza morena, garza real, garza crestada, vaco cabecinegro (garza), fragata de río, martín pescador gigante, lagarto jesucristo o basilisco, venado y guagua (estos dos últimos en categoría en peligro evaluados por la UICN). Ahora bien, si de flora se trata, podría decir uno que se encuentran majestuosos árboles a las orillas de este río como: el pedro tomín, cariaño, zapatillo, abarco, nazareno, riñón, zapan, perillo y choiba (en su gran mayoría declaradas en peligro por la UICN - Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
El componente social es sumamente preocupante, el título de este artículo no es en vano. Es común ver poblaciones afro asentadas en las márgenes del Nechí, proliferando los fenómenos de deforestación para el establecimiento de cultivos de pancoger (yuca y plátano). Además, en la orilla del río hay grandes extensiones de tierra deforestadas, luego abandonadas, que posteriormente dan origen a la regeneración de un árbol conocido como riñón, una especie que después de los cultivos coloniza las áreas de manera agresiva.
Otra situación preocupante son las lanchas, barcazas, canoas y demás artefactos de flote y que puedan cargar a cuestas una motobomba y mangueras para drenar y succionar material que pueda contener oro. La pesca es un renglón de la economía insubsistente, la contaminación de las aguas y la sobreexplotación han hecho que este ya no sea un recurso alimenticio viable para estas comunidades. Ahora bien, si soy sincero, el agua tiene un olor a jabón, aceite y a un químico o varios químicos que no logro identificar.
Otro aspecto es la siembra de coca, esto se da mucho más adentro de las orillas del río Nechí. Algo que me produce una gran desazón en mi interior es el hecho de que pulula la violencia intrafamiliar. Entonces, ¿qué podría uno decir de la violencia y maltrato contra los animales? Perritos con unos índices de desnutrición y de violencia que terminarán muy seguramente por irse al bosque a cazar la fauna silvestre.
Ahora bien, ¿cuál será el futuro estado de esta fauna? Y no es para no preocuparse, pues mi relato a lo largo de este escrito no es para nada halagador… y tengo que hablar del hecho de no haber citado algunos aspectos como la tenencia o el comercio ilegal, la caza y el desplazamiento de fauna por todas las actividades antes mencionadas. Sin embargo, y pese a todo lo referenciado en este escrito, nuestra fauna aún se mantiene y se conserva, así es… nuestra fauna y esos grandes procesos de resiliencia.
Y terminando nuestro recorrido desde el alto de San Miguel en Caldas, Antioquia, llegamos a la desembocadura en el río Cauca, cuyas aguas finalmente se vierten en el río Magdalena.