Tomás y Jerónimo Uribe han actuado con prontitud desde que el zar de la chatarra James Arias en diciembre de 2015 fue detenido acusado de un millonario desfalco a la Dian. Las explicaciones sobre sus relaciones comerciales no han sido suficientes y siguen con problemas con las Fiscalía. Los Uribe Moreno han sostenido que sólo tuvieron algunos negocios hace varios años, que no representaron más del 2% de su operación comercial en ese entonces y que son objeto de un montaje del exfiscal Eduardo Montealegre. Este es otro de los casos complicados que tendrá que resolver el Fiscal Néstor Humberto Martínez en el que están en juego 300 mil millones de un desfalco a la Dian. Igualmente está pendiente también el proceso contra Santiago Uribe, el hermano del ex Presidente Uribe detenido por presuntos vínculos con el paramilitarismo.
Los fiscales salientes Eduardo Montealegre y Jorge Perdomo han sido implacables en la investigación en la que los hijos del expresidente que son defendidos por el abogado Jaime Lombana. Tomás y Jerónimo Uribe ya declararon y están a la espera de decisiones de la justicia. Néstor Humberto Martínez tiene la última palabra.
Además de las implicaciones políticas de cualquier decisión judicial, el caso del chatarrero ha estado ensombrecido por una serie de muertes de personas asociadas a los negocios de James Arias. Quien ha documentado es el periodista Daniel Cronell.
En mayo de 2015, pocos meses antes de que la captura del chatarrero, perdió la vida Adolfo León Cardona en un accidente en su motocicleta en Sabaneta Antioquia. Un vehículo fuera de control lo atropelló. Su muerte pasó como un accidente de tránsito sin que se registrara que se trataba de un testigo presunto responsable en la defraudación a la Dían. Adolfo León Cardona había sido condenado por el caso y estuvo detenido hasta diciembre de 2014 cuando quedó en libertad condicional, condición en la que se encontraba cuando perdió la vida.
Tres muertes más tocarían a una sola familia que estaba involucrada penalmente a las investigaciones. En abril de 2016 mataron de varios disparos a José Aldemar Moncada. Fue ultimado en una pizzería en Envigado, Antioquia por dos sicarios en moto. Según la Fiscalía y las investigaciones de Daniel Coronell, sus bienes superaban los $24 mil millones de pesos.
José Aldemar Moncada, había sido declarado culpable de los delitos de fraude procesal, peculado, lavado de activos y concierto para delinquir pero quedó en libertad gracias a una decisión judicial que le concedió casa por cárcel en Cartagena por cuenta de una enfermedad que no podría tratar en reclusión carcelaria. Era un asesinato que formaba parte de una seguidilla de hechos que un mes atrás ya había tocado a su familia. No se sabe los secretos que se pudo haber llevado a la tumba pero el pasado 21 de su hermana Luz Mery Moncada y su esposo Ramón Eduardo Rodríguez, aparecieron muertos de forma extraña en un sauna del conjunto donde vivían también en Envigado, Antioquia. Murieron ahogados, de manera trágica cuando el sistema de encendido y apagado y la puerta del sauna falló.
La violencia que ha rodeado el caso del Chatarrero parece rondar a los periodistas investigadores: Daniel Coronell e Ignacio Gómez. Coronell denunció en su columna de la semana pasada que un hombre que se identificó como Emerson Gómez llegó hasta la oficina de Ignacio Gómez en Noticias Uno y le ofreció una entrevista exclusiva con el zar de la chatarra en la cárcel. Les pidió copia de sus cédulas como es un procedimiento normal para ese tipo de trámites y no volvieron a saber nada de él. Unos meses más adelante una llamada de la administradora de un centro comercial los alertó que podían estar utilizando su nombre para operaciones sospechosas: una persona que se presentó cómo Andrés Felipe Martínez pero identificado con número de cédula correspondiente a alguien llamado Hemerson Gómez Tamayo intentando comprar un local pagando con $1.500 millones de pesos en efectivo. Las coincidencias y sospechas en torno al caso son múltiples.
El Fiscal Néstor Humberto Martínez tendrá que asumir una posición frente a la investigación del Chatarrero que ha sido señalada por el ex Presidente Uribe y su familia como un caso de persecución por parte del ex Fiscal Montealegre y su equipo, y encargarse de despejar prontamente cualquier duda en torno a ésta. .