Vemos esta expresiva y enérgica foto del presidente Santos con los puños cerrados manifestándole a su público una gran alegría de la cual solo podemos contagiarnos. Su energía irradia felicidad.
Y no es para menos.
La foto es reciente, de esta semana, la veo con lupa para que todo me quede bien claro y no tengo alternativa diferente a constatar que tanta felicidad presidencial sólo puede obedecer a la ocurrencia de cualquiera de estos hechos.
Falcao va mejorando. A punta de machera y rezos de los indios de la Sierra Nevada como que la rodilla o el tobillo o eso que se rompió nuestro delantero se arregla antes de cuatro meses y tendremos goleador para el mundial brasileño y, ahí si, que los campeones españoles se acostumbren a ver a Piqué, el papá de Milan Piquè Mubarak, siendo sujeto pasivo de las gambetas y bicicletas de nuestro tigre. Y Santos anda feliz al poder presentir que al fin, a mediados de año, presentará ante sus compatriotas su primer gran triunfo: La copa mundial de fútbol.
Todos sabemos que Óscar Iván Zuluaga viene siendo un fiasco más pobre que una moneda de tres mil pesos. Cada vez que hay nueva encuesta, baja más, y parece que no hay camisa o sonrisa que le quede bien. Recibe tomatazos en las plazas públicas y la dicción no es lo suyo. Más sabemos que la candidata uribista de los conservadores jamás llegará a ser presidenta. Todos lo sabemos y lo sabe Santos. Jamás de los jamases ganarán y de ahí el júbilo de nuestro presidente.
¿Habrá visto Santos El País de Madrid en donde el general Naranjo ofrece coquetamente su deseo de ser vicepresidente? Con este compañero de batallas cualquiera levanta los brazos. ¿O será que de La Habana ya se oyen sones de paz?
O por último, y no por última debe descartarse, ya que hay quien dice que los últimos llegarán de primeros. Tutina Rodriguez le acaba de decir al oído que tras la operación de párpados y bolsas su mirada se ha vuelto más intensa y sincera, llena de luces penetrantes y ardientes señales de amor. -Que estás divino, parece que le dijo. Ante semejantes piropos cualquiera levanta así los brazos.
Qué vaina. Leo el pie de página de la foto y caigo en cuenta de mi gran error. Nada de lo dicho hasta ahora es verdad. Leo con claridad que Santos está así de contento porque sigue de candidato, prometiendo cosas.