Durante las últimas semanas el país ha notado el inusitado afán de la ministra de Educación, María Fernanda Campo por salir ante los medios de comunicación a responder ante el anuncio hecho por la Mesa Amplia Nacional Estudiantil Mane, de que presentará su propuesta alternativa de ley de educación superior al país los días 28 y 29 de agosto. En su afán por demostrar que ella también existe, la Ministra ha dicho cualquier cosa, dejando claro de nuevo que es imposible agarrarla en una verdad, pero ante todo demostrando que la actitud del gobierno Santos respecto a la educación superior no ha variado un ápice: están reeditando los mismos errores que cometieron en 2011.
En sus intervenciones ante los medios de comunicación, la Ministra ha afirmado que existen grandes logros respecto al contenido material del derecho a la educación, es decir: acceso, permanencia y calidad, y que por tanto, la educación superior va por buen camino. Es más, la Ministra haciendo gala de su faceta de comediante, afirmó que la suya ha sido “una gestión sin antecedentes en la historia del sector educativo en Colombia” (ver fuente).
La elaborada mendacidad de la ministra Campo a la hora de presentar las cifras deforma la realidad y denota su intención de engañar. Ello queda claro al escucharla hablar de acceso, permanencia y calidad.
Acceso
Campo afirma que en su gobierno la cobertura en educación superior ha aumentado del 37% al 42% (http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/educacion/entrevista-con-maria-fernando-campo-ministra-de-educacion_12901288-4), pero omite aclarar que en sus cifras incluye a 339 119 tecnólogos y 5021 técnicos, formados por el SENA, (http://www.mineducacion.gov.co/sistemasdeinformacion/1735/w3-article-212350.html) es decir, jóvenes que no se forman en una institución de educación superior sino en una institución de formación para el trabajo, dos tipos de institución y dos dimensiones de la formación completamente distintas; en resumen, esta astucia de la Ministra constituye lo que el profesor Víctor Manuel Gómez llama un falso positivo del gobierno Santos en educación superior (http://www.fenalprou.org.co/documentos/falsos-positivos-es.pdf) que permite inflar por lo menos un 7% las cifras, llevándolas del 35% al 42% que sin sonrojo alguno presenta la Ministra como un “gran logro”. Lo peor de esta situación, es que aun si la cifra del 42% que el gobierno se dedica a inflar fuera real, en todo caso el país estaría lejos de la cobertura de otros países sudamericanos como Venezuela con 78%, Argentina 74%, Chile 66% y Uruguay 63%, y superaríamos apenas a países como Surinam, Guyana, Bolivia, Ecuador y al gigante Brasil que hoy paga caro su desdén frente a la educación superior con enormes movilizaciones (http://www.quandl.com/demography/enrolment-rate-tertiary-all-countries).
Permanencia
Lo más interesante no es que la realidad controvierta la versión de la Ministra sobre deserción en educación superior; lo interesante aquí, es que son las mismas cifras del Ministerio de Educación las encargadas de aguarle la fiesta a la ministra Campo, quien celebra la reducción de la deserción pero de nuevo olvida mencionar que el 48% de los estudiantes de instituciones de educación superior públicas y el 53,91% de los de privadas se ven obligados a desertar (http://spadies.mineducacion.gov.co/spadies/consultas_predefinidas.html?2).
Calidad
La ministra Campo, tiene formación en finanzas, lo cual me hace suponer que comprende que un axioma de la economía es que la educación presenta costos marginales crecientes, es más, estos costos marginales crecientes tienen dinámica exponencial, es decir, los costos de la educación crecen en tanto se avanza en su complejidad y en su particularidad, por ello la educación, si quiere ser de alta calidad, tendrá necesariamente altos costos.
Algo tan claro en otros países y en la academia es negado por el fanatismo neoliberal que invade a la ministra Campo, quien afirma que mágicamente ha mejorado la calidad, pese a que el déficit financiero de las 32 universidades públicas alcanzó más de 11 billones de pesos para 2012 (http://www.almamater.edu.co/sitio/Archivos/Documentos/Documentos/00000810.pdf) y que los aportes del gobierno nacional para el funcionamiento de las universidades públicas cayeron de 2,39 billones de pesos en 2012 a 2,32 billones en 2013 (http://www.mineducacion.gov.co/sistemasdeinformacion/1735/w3-article-212350.html). Es decir, para la ministra Campo, en la Universidad Nacional la calidad en la formación de los estudiantes de medicina es mejor ahora a pesar de que no tengan hospital universitario y también es mejor la formación de los estudiantes de arquitectura aunque ya no tengan un edificio, pues paradójicamente el edificio de nuestros futuros arquitectos debió ser cerrado debido a que se encuentra en grave riesgo de venirse al suelo. En resumen, la calidad para la ministra ha mejorado a pesar de que las universidades públicas estén sometidas a políticas de austeridad y marchitamiento financiero desde hace 20 años.
Ministra Campo, la realidad es una sola muy a pesar de cómo la quiera usted interpretar y muy a pesar de que usted torture las cifras para que estas digan lo que usted quiere escuchar. La realidad es que bajo el gobierno Santos y bajo su gestión, la educación superior está viviendo la peor de sus crisis y cada decisión del gobierno que usted representa la profundiza más. El error cometido en 2011 cuando ustedes presentaron una propuesta antidemocrática en su procedencia y en su contenido demostró su talante antidemocrático, pero su intención expresa de repetir dicho error demuestra su falta de seso. Esta vez, como en 2011, el movimiento estudiantil saldrá a las calles a enfrentar su política educativa, pero esta vez tendremos una propuesta para confrontar la suya (http://manecolombia.blogspot.com/2013/06/documento-de-consensos-politicos-mane.html), la invito a que debatamos estos asuntos de cara al país, pues me asiste la impresión de que usted ha evadido el debate con los estudiantes durante este año.
Ministra, alguien está mintiendo acá, permita que el país decida quién es.
