En esta temporada de cuaresma el atún se vuelve el pescado favorito de los colombianos y las marcas preferidas son Van Camps y Alamar de Saetech Internacional y Grupo Alimentario del Atlántico, respectivamente. Los ventas de mariscos, así como otra clase de pescados congelados también aumentan el consumo, producidos éstos por empresas líderes con sus marcas : Antillana, Vitamar y Ancla y Viento.
El atún Van Camps se produce en el puerto de Mamonal en Cartagena donde se integra todo el proceso desde la pesca, procesamiento, enlatado y distribución de enlatados pero también filetes de atún congelados, enteros y precocinados.
Saetech Internacional arrancó en 1914 en California, EEUU, cuando un descendiente de marineros holandeses, Frank Van Camps, junto a su hijo, decidieron comprar la empresa California Tuna Canning Company que transformaron en Van Camps Seafood Company.
La Primera Guerra Mundial le dio el impulso cuando los enlatados se convirtieron claves en el campo de batalla; luego pasó a la mesa de los hogares norteamericanos como una atractiva proteína no costosa en la crisis económica. Salieron entonces a la búsqueda de otros pescado en el mar Pacífico latinoamericano y adquirieron un terreno, ya en la segunda guerra mundial, en 1949, en Manta, Ecuador. Procesaron sardinas y atún al por mayor hasta que en 1963 se la vendieron a la compañía Ralston Purina quien la mantuvo hasta 1988 cuando se la vendieron a una industria local: Inepaca (Industria Ecuatoriana Productora de Alimentos) entre quienes se encontraba el colombiano Carlos Zarate Sánchez.
Fue suya la idea de trasladar la productora a Cartagena en 1991, un lugar estratégico para las exportaciones, donde además empezaron a producir, con el nombre de Atunes de Colombia a los lomitos enlatados. Al mercado colombiano entraron con Van Camps, mientras las ventas internacionales crecían. Desde 2009 fabrica harina de pescado, a partir de todos los restos del atún (espinas, vísceras, etc.) y tienen también una moderna fabrica de envases de hojalata con los recubrimientos y lacas requeridos para enlatar el atún.
Seatech opera una flota atunera bajo bandera colombiana con más de 13 barcos al servicio de varias compañías cartageneras dedicadas al procesamiento de atún. La empresa esta a cargo de Augusto Zárate Gutiérrez, sobrino de Carlos Zárate Sánchez e hijo del fallecido Gabriel Humberto Zárate Sánchez, cofundador de Davivienda.
Los dueños de la marca Alamar, el Gralco (Grupo Alimentario del Atlántico), funciona en Barranquilla desde 1993 para la explotación, procesamiento y comercialización del atún para la obtención de lomos precocidos congelados empacados al vacío, teniendo en como principal cliente el mercado italiano.
Dos años después, la empresa diversificó su operación con la puesta en marcha de la línea de conservas de atún con la cual entró al mercado colombiano con la marca Alamar, y se expandió al mercado internacional, atendiendo clientes en Europa, Brasil y Perú entre otros.
En 1999 fue adquirida por tres socios: el Grupo Gerlein de Barranquilla, el Grupo de Conservas y Saber, de España y Tri Marine Internacional, de propiedad italo-americana, conocedores del sector y quienes le cambiaron el nombre al actual Gralco. Son los dueños de la popular marca Isabel y exportan además de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Brasil y China
Su marca de atún Alamar, es la segunda en el mercado colombiano, medida por ventas en toneladas, aunque habría que sumarle la marca Éxito en que le produce al Grupo el atún enlatado en diferentes presentaciones.
Guillermo Daw Alvarez Presidente Gralco, quién ha estado desde sus inicios vinculado a la empresa
El mercado de los congelados de mariscos es otro asunto. La marca líder es Vitamar que nació a finales de los 70´s como un negocio de compra de langosta en Coveñas, Sucre, para colocarla en restaurantes de Medellín. La primera planta fue en Itagui y luego abrió otras en Bogotá y otra en Cartagena. Además de los canales de consumo masivo (supermercados, mini mercados, etc.) e institucional (hoteles, restaurantes, hospitales, etc.) cuenta con una cevichera en el almacén Alkosto de la 68 en Bogotá.
La familia antioqueña de Bedout ha estado vinculada a esta empresa y entre sus fundadores está Santiago de Bedout Jaramillo, quién ha combinado la dirección de la empresa con cargos públicos en Medellín y Antioquia. Su hijo Jacques de Bedout Pérez es el actual Gerente General.
Entre sus competidores esta Antillana, de los Thiriez, una familia de origen francesa arraigada en Medellin. Nació con una vocación exportadora de langostas y camarones a Europa, Japón y el continente americano, para lo cual inició operaciones con unos barcos de pesca y una planta en San Andrés, posteriormente se expandió con la construcción de una planta de proceso de camarón en Cartagena, pero, a raíz del declive de la actividad pesquera reorientó el negocio hacia el mercado doméstico con productos de valor agregado, particularmente pescado congelado.
Eric Thiriez, gerente general de Antillana
Su nueva planta en Cartagena opera en la zona industrial de Mamonal desde donde exporta a Centro América y Europa. Frente a la insuficiencia de materia primas colombianas, tanto en variedad como en cantidad, a partir del 2005 optó por importar pescados y mariscos que importa de mas de 15 países, el 85 % de lo que comercializa viene del exterior.
Ancla y Viento, fue fundada en Bogotá en los ochenta por dos manizaleños, Santiago Jaramillo, y su actual gerente general, Juan Fernando Vélez. Ofrecen sus productos de pescados y mariscos frescos a nivel nacional, además de comercializar insumos de comida asiática y operar dos restaurantes en Bogotá bajo el nombre de Fish Place.
En San Andrés cuentan con una operación de acopio de langosta, y en Tumaco otro punto de acopio. Importa la materia prima de diferentes países de Chile, Argentina, Asia y EE.UU. y aunque solo exportaban a Estados Unidos, están en proceso de ampliación a otros países de la región.
Aunque tradicionalmente se dedicaba a la comercialización de pescados y mariscos, dieron el paso a productores cuando empezaron a cultivar tilapia en la represa de Betania, Huila, donde el 50 % de la producción va dirigida a la exportación. Y con el propósito de aumentar el mercado, entraron al negocio de la carne con una inversión en una planta de proceso, donde además de la carne nacional, procesan importada de Norteamérica y Argentina.
