Debo decir que fui a ver Las Malas Lenguas al cine, porque siento la necesidad de apoyar al cine nacional, al menos haciendo presencia en las salas. Antes de saber qué tan "buena" o "mala" es, me interesa apoyar ese espejo tan necesario en nuestro proceso de construcción de imaginario. Sin embargo, desde el título nos lo anticipan. Qué película tan absurdamente mala, dentro de mi criterio, claro está. Partiendo de la dirección de fotografía, que me hace pensar en la clásica frase (o el clásico error) "lo arreglamos en postproducción" (se nota que hay información perdida por sobre exposición, blancos que se vuelven morados), con personajes quemados constantemente, y una corrección de color que parece más bien un error en el balance de blancos.
De la mano del manejo de la luz, una dirección de arte tremendamente mediocre, no se nota un manejo de teoría del color (a menos de que esa fuera la intención), con un cuidado de los detalles mínimo, como que la protagonista tenga base de maquillaje, incluso en el momento en que está durmiendo, y un encasillamiento de los personajes dentro de estereotipos bastante vacío. Siguiendo con la música que no genera emociones o un ambiente acorde a la emotividad de las situaciones, no aporta nada a la narración. Pasando a la actuación, que me remite a formatos tipo Tu voz Estéreo, lo cual no está mal pero quizás sea más adecuado para otro tipo de pantallas. Y terminando con el guión, que sinceramente es una vergüenza por su superficialidad.
La película nos pinta una especie de autoretrato de un sector de la clase alta capitalina, que por cierto los deja bastante mal parados, viviendo entre la banalidad, el despilfarro, la idiotez, el racismo y el elitismo, como algo cotidiano. Pasando por momentos donde la familia protagonista comienza a hablar en Inglés para que la señora que trabaja en su casa no les entienda y poder hablar de ella en su cara, hasta el clásico comentario apurado y sin profundizar de "la izquierda tiene destruída a mi ciudad". Una de las peores películas que he visto en mucho tiempo.
Quiero aclarar que me parece importantísimo que se haga cine en Colombia, y todas las películas colombianas que he visto este año (Los Nadie, Oscuro Animal, Anna, Siembra, entre otras) merecen un enorme aplauso por su trabajo tan notable, tan cuidadoso. Pero esto, sinceramente, es un mal chiste.
