Una primera versión de este texto la publiqué en el diario EL Espectador, bajo el nombre “¿Son chismes doctor Lara?”. En dicha columna mostraba como el Partido Cambio Radical había avalado una serie de candidatos cuestionados por vínculos con la ilegalidad. En la campaña a la Alcaldía de Bogotá, el candidato Enrique Peñalosa ha manifestado que su candidatura está libre de corrupción y que es la opción más trasparente para las elecciones del 25 de octubre.
Su discurso comenzó a desmoronarse luego que se demostrara su cercanía con el exgobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz, quien recientemente fue puesto tras las rejas por su participación en el carrusel de la contratación de Bogotá. La esposa de Cruz participó directamente en la dirección de diferentes campañas de Peñalosa, ella también se encuentra cuestionada. Esta será la primera de tres columnas sobre los partidos que apoyan a Peñalosa, así como de diferentes personalidades que han manifestado su apoyo.
El Partido Cambio Radical se ha convertido en el principal apoyo de la candidatura de Enrique Peñalosa y a nivel nacional ha avalado a verdaderas mafias con tal de asegurarse la Presidencia del año 2018. Recientemente Rodrigo Lara dijo que eran solo chismes y Carlos Fernando Galán habló de matoneo electoral. En realidad es tan evidente la membrecía de estructuras mafiosas en Cambio Radical que la palabra que debería explicar las denuncias contra este partido es la de impunidad.
El ejemplo más llamativo de la militancia mafiosa es el de Oneida Pinto, candidata a la gobernación de La Guajira. Pinto es la heredera del encarcelado exgobernador de La Guajira Francisco Kiko Gómez, que salió electo por el partido Cambio Radical en 2011. Gómez se encuentra en investigación por varios homicidios y por sus relaciones con el narcotraficante Marcos Figueroa. La lista de asesinatos podría superar los 100.
Además de dicho apoyo, Pinto cuenta con el respaldo del confeso narcotraficante Gervasio Valdeblánquez. Gervasio fue miembro del cartel de Medellín, el mismo cartel que asesinó a Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara. Valdeblánquez fue jefe de la sección Guajira, y era trabajador directo de Gonzalo Rodríguez Gacha. Las siguientes fotos muestran a Oneida Pinto y a Gervasio.
El hijo de Gervasio, Yuri, heredó el imperio de Gervasio mientras estuvo en la cárcel y comenzó a trabajar con los Urdinola y luego con Los Mellizos o hermanos Mejía Múnera. También en la siguiente foto se ve al hijo de Gervasio, Yuri Ali Valdeblánquez quien también tiene problemas de narcotráfico con la justicia norteamericana. Asimismo, en otra foto se observa a Gervasio con Vicente Castaño, no se debe olvidar que Gervasio escondía a Vicente Castaño en varías de sus fincas en La Guajira.
Además de la gobernación, Oneida impulsa la candidatura de su primo Hilber Pinto a la Asamblea departamental, también con Cambio Radical, y quien se encontraba con Kiko Gómez el día de su captura. Igualmente quiere posicionar a su otro primo, Emerson Pinto Camargo, quien aspira a la alcaldía de Albania con el mismo partido, y quien fue Secretario de Salud en la administración de Yen Keller Hernández, durante la peor crisis de mortalidad infantil de la región, donde 4127 niños murieron prematuramente, por desnutrición, entre 2008-2011, el 80% de estos casos ocurrieron en seis municipios del Norte de la Guajira, entre ellos Albania.
Otro de los ejemplos de los “buenos candidatos” de Cambio Radical se encuentra en Canasare en el municipio de Tauramena, allí se otorgó aval a Javier Álvarez, hermano del cuestionado Milton Álvarez, quien fue capturado en 2011 por presuntas relaciones con las Autodefensas Campesinas del Casanare, si bien, este proceso fue archivado por supuestos falsos testigos, el video a continuación deja en evidencia la relación de Milton Álvarez, quien aparece en una finca con paramilitares de las ACC al mando de Martín Llanos.
En el departamento de Casanare, Cambio Radical se convirtió en la colectividad que respalda el proyecto político del clan de ‘La casita’. Para las elecciones de octubre, el clan espera mantener el control del segundo departamento con mayor recepción de regalías en el país, por medio de la gobernación y 16 alcaldías municipales. Para este propósito su carta a la gobernación es Julio Ramos, quien por primera vez participará para aspirar a un cargo de elección popular. Julio Ramos es cercano a una de las cabezas más visibles del clan de la Casita, Nelson Mariño, quien fue elegido como gobernador en 2011 y posteriormente destituido e inhabilitado por irregularidades en el manejo de contratos relacionados con regalías[1]. Además de Mariño, el poder de ‘La Casita’ está en manos del actual gobernador Marco Tulio Ruiz y el exrepresentante a la Cámara, José Rodolfo Pérez, quien luego de dejar 100 % Colombia, siguió los pasos de su aliado político Yahir Acuña y buscó aval en Opción Ciudadana, movimiento que respalda la candidatura de Julio Ramos.
Además de la maquinaria que le ha puesto el clan a favor de la candidatura de Julio Ramos, en las últimas semanas se conoció el apoyo de otro de los parapolíticos del departamento, el condenado por la Corte Suprema de Justicia; Óscar Wilchez, quien fuera alcalde de Yopal, gobernador y representante a la Cámara. Este apoyo se materializó luego de que la esposa de Wilchez, Nelly Roció Vargas declinará la aspiración a la gobernación como candidata de Cambio Radical, esto en razón a que el pasado mes de febrero fue nombrada como notaria segunda de Yopal, ciudad en la que Óscar Wilchez recibió el mayor apoyo de grupos paramilitares. Es decir no ha ganado Ramos y ya se están repartiendo el ponqué.
[1] “Procuraduría confirma destitución del gobernador de Casanare Nelson Mariño” en caracol.com Recuperado en Línea: http://bit.ly/1n8nrDJ