Tejer no es solo sinónimo de conservación de las culturas ancestrales, su práctica les ha permitido a muchas mujeres que continúan con estas tradiciones sacar a sus familias adelante.
Es el caso de Nelsy Rodríguez y su Cooperativa de Mujeres Empresariales Rurales de Boyacá, con la que han logrado cambiar el futuro de 20 familias de Tunja.
“Yo siempre he estado enamorada de los tejidos”, cuenta Nelsy, que en compañía de otras 20 mujeres cabeza de hogar, conformaron su propia cooperativa generando sus propios ingresos económicos.
“Como uno se la pasa de ama de casa anda sin plata, pero mi sueño siempre había sido tener un telar para poder tejer y hacer lo que yo sé hacer”, explica.
La creación de la cooperativa llegó con el apoyo de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias (UAEOS), que capacita y fomenta los emprendimientos de comunidades vulnerables del país, como la de Nelsy, que con su talento crea ruanas, collares y otras artesanías.
“La UAEOS nos ha brindado colaboración, formación y capacitación. Contamos con un telar, tenemos mesas, ollas, sillas y gracias a estas ayudas hemos podido avanzar con nuestro proceso”, expresó Wendy González, quien deja ver su alegría por la oportunidad de acceder al apoyo de esta entidad que está adscrita al Ministerio del Trabajo.
“La UAEOS les brinda todo el apoyo y el acompañamiento para que puedan llevar a cabo este modelo de empresas”, explicó Rafael González, director nacional de la Unidad.
A la fecha, ya son más de seis millones de personas vinculadas a la economía solidaria, un millón que pertenecen a los fondos de empleados y aproximadamente cinco millones más, que hacen parte de empresas como asociaciones mutuales y cooperativas.