En abril del año pasado las madres comunitarias entraron en paro indefinido en la lucha de sueldos dignos, mayor apoyo para los jardines que tienen a cargo y sobre todo el bienestar de los niños, el cual estaba en gran riesgo por el abandono del estado el cual tenían y generó una grave crisis en estos hogares comunitarios. ¿Cuál fue el motivo por el que ellas se fueron a Paro y se enfrentaron literalmente al hambre, frio, lluvia e indignación causados por la postura del ICBF?
Primero, debemos entender qué importancia tienen estas señoras que brindan un importante servicio a las comunidades. Las madres comunitarias son las encargadas de administrar y cuidar los hogares del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el cual es el órgano estatal encargado que garantiza los derechos a los niños niñas y jóvenes del país. Existen 58 mil madres comunitarias en el país que atienden a 750 mil niños en los distintos hogares del ICBF. Esta impresionante cantidad de niños y niñas que ellas cuidan son hijos de ciudadanos de bajos recursos los cuales deben dejar a sus hijos en estos hogares para poder trabajar y de esta forma mantener el hogar.
Desafortunadamente su papel no es reconocido. Hace poco en el 2012 por un dictamen de la corte constitucional se logró que su trabajo fuera reconocido por el ICBF y les pagaran un salario mínimo y un contrato laboral.
Luego de la lucha de estas mujeres que se plantaron al frente del ICBF, fueron escuchadas.