Todas esperamos el día del juicio final para el machismo y su papá, el patriarcado. Ese día en el que el apocalipsis llegue a la tierra y elimine esas conductas, comportamientos y afirmaciones misóginas, y nos libre de todo mal y peligro. Pero mientras eso pasa debemos tratar de educar "machitos" y no morir en el intento.
Lo primero que debo decir es que el feminismo no es contra los hombres, es una cuestión de derechos humanos, que tanto ellos como nosotras debemos aprender. Dentro de toda la organización del feminismo hay diferentes niveles, así como una pirámide que va desde lo nulo y básico hasta el feminismo radical.
Dentro de la pedagogía que necesita el feminismo está la obligación de enseñar que no todas las mujeres que defendemos nuestros derechos y pedimos respeto somos feminazis radicales y odiamos a los hombres. Defender igualdad salarial o inclusión política no es sinónimo de odio masculino.
Grandes defensores de derechos humanos se han pronunciado sobre este tema: "La libertad no se puede lograr a menos que las mujeres se hayan emancipado de todas las formas de opresión" (Nelson Mandela). Y es que al usar términos como opresión, equidad o igualdad de género se abre la brecha para iniciar una lucha de sexos. Al parecer los machos se ven aturdidos con esas mujeres que desean un estado de plenitud y libertad.
He escuchado comentarios como: “el feminismo es muy acomodado, quieren igualdad para el libertinaje pero no cumplen sus funciones de mujeres”. ¿Funciones de mujeres? ¿Acaso qué significa ser mujer para un machista?
Machos alfa, una mujer no se define por la cantidad de pañales que cambia en su vida o por heredar la sazón de su madre, así como ser hombre no significa ser un varón sin lágrimas. Igual que el rosa para niñas y el azul para niños, solo son roles impuestos por sociedades patriarcales que ejercen supremacía sobre las féminas.
Ahora bien, en la pirámide del feminismo podemos encontrar distintos niveles. Cabe decir que no todas las mujeres están de acuerdo con el feminismo y no todas lo ven necesario para sus vidas.
- Existen mujeres antifeministas, ellas se sienten cómodas con su rol en la sociedad y prefieren evitar enfrentamientos innecesarios con los hombres.
- Hay comprometidas, las chicas que pertenecen a organizaciones políticas, grupos de apoyo y movimientos que luchan por los derechos femeninos y que a diario buscan espacios para la inclusión y la igualdad.
- Están las radicales, que básicamente quieren abolir el género y reorganizar la sociedad en función de igualdad partiendo desde la sexualidad como la principal razón de subordinación de las mujeres.
- Se encuentran las mal llamadas feminazis, que por su parte creen en la supremacía de la mujer frente a los hombres y usan comportamientos totalitarios para hacer valer, o mejor imponer, sus derechos.
- Aparecen también las femen, que hacen parte activa de esta organización y marchan con el pecho desnudo en protesta por el sexismo en todas sus expresiones.
- Finalmente, están las "luchonas", que para mí son las más relevantes dentro de todos los procesos feministas. Son mujeres que buscan espacios de educación, protección, empoderamiento, beneficios y derechos para todas. Son esas heroínas sin capa que, por ejemplo, han logrado el derecho al voto. En Colombia tenemos muchas y más cerquita en el Valle del Cauca, muchas más. Incluso tenemos una Secretaría de la Mujer para velar por la equidad de género y la diversidad sexual en nuestra ciudad y Casa Matria, una casa para mujeres, “un espacio que tiene como objetivo desarrollar, difundir y promover la construcción de un municipio libre de violencias basadas en género”.
"Cuando las mujeres tienen poder, mejoran inmensamente las vidas de todos los que están a su alrededor", príncipe Harry. Necesitamos más hombres así, ¡por favor!