¿Cómo arranca el Gobierno Petro en la segunda legislatura del Congreso, y cuáles son las perspectivas del movimiento popular para las elecciones locales y regionales de octubre? Todos los indicios están mostrando la agudización y profundización de la confrontación de los sectores populares con la oposición de los gremios económicos, los banqueros y de los sectores reaccionarios de los terratenientes, aliados con los medios de comunicación del sistema dominante.
No va ser fácil vender la idea a las mayorías populares y a las capas medias de la ciudad y del campo, que las propuestas del cambio presentadas por el gobierno van encaminadas a conseguir la paz, ampliar la participación democrática de las mayorías excluidas y marginadas, y a conseguir la autonomía y la independencia de la nación.
Las reformas del sistema tributario, educación, salud, empleo, pensiones; el Plan Nacional de Desarrollo, el Presupuesto Nacional, la reforma agraria, la reforma política, entre otras, podrían aclimatar en Colombia la propuesta de una potencia mundial de la vida, si se consiguen las alianzas para la gobernabilidad en el Congreso de la República.
Lo que se avizora en el horizonte político y lo que parece que se viene para esta segunda legislatura, es una coalición parlamentaria de los representantes de los terratenientes, del gran capital financiero y de los medios de comunicación, para desmontar las reformas progresistas e ir creando el ambiente sicológico y las condiciones políticas para el golpe blando contra el Presidente Gustavo Petro.
En estas circunstancias la movilización del 20 de Julio en las grandes ciudades no colmó las expectativas creadas para la defensa de los cambios y de las reformas planteadas para la nueva legislatura, lo que está indicando que la propaganda negativa de la gran prensa, y la situación económica de desfavorable para amplios sectores de la población, no han dejado asimilar los avances de las políticas, planes y programas que se han aprobado en el congreso, y que están ajustándose o apenas comienzan a implementarse a partir del segundo año del PH.
Estos elementos reales y objetivos, sumados a la conformación de las mesas directivas del senado y de la cámara de representantes, con David Name, senador del partido verde elegido presidente de la corporación, frente Angélica Lozano, quien perdió por 4 votos, (50 – 54) hacen de la fractura de los verdes una derrota para el gobierno en esta legislatura que comienza; contrario a lo que pasó en la cámara donde fue elegido el liberal del departamento de Córdoba, Adres Calle, comprometido con sacar adelante las reformas del gobierno.
Mesas directivas que de una u otra manera van a incidir en los resultados electorales de octubre y en la conformación de las alianzas para alcaldías y gobernaciónes, asambleas y concejos en las principales ciudades del país, girando el péndulo hacia la derecha, tendencia que se está presentando en de varios países de América Latina y del mundo.
Por eso es tan importante que en las listas cerradas queden en los primeros renglones los representantes de los partidos fundacionales del PH para poder asegurar una línea política de unidad de acción en el trabajo legislativo y en la movilización de masas, evitando el oportunismo de los partidos de garaje y de los representantes de la fábrica de avales advenedizos de última hora.
En la corriente de la lista abierta están ubicados algunos de los oportunistas de siempre que nunca han de faltar al final del día, individualistas y personalistas que aprovechan del PH como escenario para hacer valer sus personerías jurídicas de último momento para defender sus apetitos de contratistas profesionales; no para contribuir en la construcción de la unidad popular sino para entrabar y sabotear la conformación de las listas cerradas, desconociendo los procesos democráticos de muchos años desarrollados por los partidos fundacionales del PH.
Es sobre la base de estos partidos como núcleo fundamental del movimiento popular, sobre los cuales tenemos que cimentar la construcción del Frente Amplio Democrático; una especie de Bloque Histórico Popular Alternativo que se encargue de dirigir y organizar el proceso de las transformaciones para el cambio con la instrumentación de las reformas estructurales que requiere el país.
Las elecciones de octubre son el escenario propicio para darle nacimiento y carta de ciudadanía al PH con las listas cerradas en las regiones y localidades, como paso inicial de la construcción del poder popular local y regional, para poder asegurar la viabilidad política y la permanencia en el tiempo y en el espacio del Proyecto Democrático.
Es en estos espacios locales y regionales donde el movimiento político tiene que echar raíces y fortalecerse para poder permanecer en el escenario nacional, tomando identidad de las características políticas, económicas, sociales, culturales e históricas, que dan el perfil a las diferentes y diversas regiones de Colombia.
Por eso las elecciones de octubre serán la prueba de fuego para la supervivencia del PH como instrumento político del Proyecto Democrático.
Si se logra conformar el equipo unificado de las direcciones políticas municipales con claridad programática, con transparencia en la política de alianzas a través del Frente Amplio para alcaldías y gobernaciones, así como en el trabajo legislativo y en la organización, participación y movilización de los sectores populares, pues estaremos dando el primer paso para la conducción del proceso del cambio con la participación de las comunidades de base en las juntas administradoras locales, en los concejos municipales y en los demás entes territoriales.
Es muy probable que la tendencia de la lista abierta haga rancho aparte para continuar con su papel de confrontación, confusión, división y saboteo, como ocurrió con la lista abierta para el senado en las elecciones de marzo de 2022 para el congreso.
Lo más importante y esencial es que el PH conserve la disciplina y la unidad de la lista cerrada, no solo en el trabajo legislativo sino también en la acción de masas, utilizando los mecanismos emanados del comité nacional electoral, mediante el comunicado público 01 del 2 de febrero de 2023, y el comunicado 03 donde se orienta con claridad sobre la manera de la construcción de las listas cerradas.
Con la puesta en marcha de estas orientaciones nacionales, las listas cerradas están definiendo y caracterizando al PH como la única organización de la izquierda colombiana que aspira a construir en la teoría y en la práctica el núcleo básico y fundamental del bloque popular alternativo que podría estar en condiciones de liderar las manifestaciones de masas, el trabajo parlamentario, y la unidad de acción política para los cambios y transformaciones del proyecto político democrático.
En la implementación e inscripción de las listas cerradas está el secreto de la personalidad, la naturaleza y el carácter del PH, como una organización cuyo nombre y marca política va a empezar a influir en la conciencia de vastos sectores democráticos sumidos en la indiferencia pero que pueden salir de la apatía y asomarse a la participación política independiente.
La cualidad de la lista cerrada en estos momentos de confusión y dispersión del movimiento popular, puede diferenciar con claridad al PH de la multiplicidad de organizaciones de los partidos tradicionales que tienen el mismo discurso de la continuidad y más de lo mismo.
Si las mesas directivas del congreso y la correlación de fuerzas en el senado y en la cámara, echan para atrás las reformas de salud, educación, laboral, pensional, así como hundieron la reforma política, pues tocará concentrarse en la implementación del Plan Nacional de Desarrollo, en la Reforma Rural Integral, y en la ejecución del Presupuesto Nacional para sacar adelante las políticas y programas sociales, y dejar como banderas las reformas hundidas por los representantes del establecimiento para ser agitadas en la próxima campaña presidencial del 2026, con el ánimo de elegir una nueva correlación de fuerzas en el congreso que haga posible las transformaciones democráticas.
Con la lista cerrada se podría estar dando el primer paso para la construcción del poder popular en las regiones y localidades y, además, se podría estar preparando el terreno para el relanzamiento del proyecto democrático en el 2026.
