“Esa es mi última jugadita de presidente”, fueron las palabras de Ernesto Macías, presidente del Senado de la República para ese entonces. Así quedó registrado el pasado 20 de julio.
Sin percatarse de que el micrófono aún estaba abierto, expuso su plan para evitar la participación de la oposición posterior al discurso del presidente en el Congreso de la República, tal cual como lo permite el estatuto de la oposición.
Sin embargo, entre los funcionarios y altas directrices del gobierno de Duque, cada quien juega a ver quién puede hacer la mayor jugada, quién puede anotar el gol.
Posterior a Macías, Ángela María Orozco, actual ministra de Transporte, intentó transferir 1.2 billones a los bancos que le prestaron dinero al Consorcio de la Ruta del Sol II, dentro del cual 4 de los bancos pertenecían al Grupo Aval, jugadita que fue frenada por las denuncias del senador Jorge Robledo [1] y la periodista e investigadora María Jimena Duzán [2].
Ahora el turno es para el ministro de Hacienda y Crédito Público, el señor Alberto Carrasquilla. Este sí que puede ser el goleador del equipo.
Luis Alberto Rodríguez, quien hasta el 21 de agosto figuraba como viceministro de Hacienda, el 22 de agosto el presidente Duque lo ha nombrado como nuevo director del Departamento Nacional de Planeación (DNP). Es decir, Carrasquilla quien era jefe de Rodríguez al interior de Hacienda, ahora será jefe en Hacienda y en el DNP.
Es decir, el ministro Carrasquilla tendrá a su disposición dos entidades, tanto el Ministerio de Hacienda como el DNP. En el entendido de la independencia de las instituciones y bajo el principio de las competencias de cada entidad, la estructura del Presupuesto General de la Nación (PGN) estipula que el Ministerio de Hacienda define los costos de funcionamiento y el aporte a la deuda externa, y por su parte, el DNP lo concerniente a inversión. Ahora, desde el Ministerio de Hacienda se tendrá control sobre la globalidad del presupuesto.
Esta es la jugada final, la del gol. “El palo” o tiro al arco sucedió durante las discusiones del Plan Nacional de Desarrollo (PND), cuando, en medio de la propuesta uno de los artículos proponía el traslado de ciertas funciones del DNP al Ministerio de Hacienda, entre ellas el manejo presupuestal del plan de inversiones. Fue tiro al arco, porque en medio de las críticas por parte de varios reconocidos académicos, posición de anteriores directores del DNP y la labor de control político de algunos de los congresistas, dicho artículo fue suprimido del articulado final (Ley 1955/2019).
Ahora solo queda esperar la próxima jugada.