Colombia es un país donde reina la ironía y el escenario político no es la excepción, los oxímoron que se han visto en esta primera semana de gobierno hacen que sea imposible adivinar el futuro del país y la incertidumbre se vuelve invitada de honor en esta mesa.
Para empezar, tuvimos a un youtuber que se convirtió en el tercer senador más votado de Colombia, sacando incluso más votos de que el exjefe negociador de paz que encabezaba esa misma lista al Senado. Este youtuber de un partido alternativo lidera una propuesta que se ha hundido más de 18 veces en el Congreso, con la cual se busca reducir los ingresos de los congresistas.
La ironía es que los firmantes que en su vasta mayoría apoyan esta iniciativa (que busca enviar un mensaje de austeridad al país) son los mismos congresistas que históricamente han hundido el proyecto y aquellos que se hicieron elegir abanderados de un cambio quieren hacer la reducción de los ingresos, pero a partir de 2026.
Al mismo tiempo, el presidente (que, encarnando un mensaje simbólico y romántico, se gastó más de 3.500 millones de pesos en su posesión), invita a eliminar las altas consejerías para enviar una señal de austeridad al pueblo colombiano (la misma señal que su bancada en el Congreso no ha querido enviar) mientras radica una reforma tributaria que busca recaudar 25 billones de pesos adicionales el primer año.
Esta misma reforma ha levantado preocupaciones en diferentes sectores, la agencia de modelos “Los Bizcochos” está pensando desde ya en elevar los precios para sopesar este nuevo tributo, por su parte, el gremio de la construcción ha anunciado un paro para la próxima semana debido al aumento del salchichón y de la gaseosa, incluso mi primo me empezará a cobrar por el perfil de Netflix alegando que el impuesto es impagable, ¿esto es vivir sabroso?
Alicia Franco ha anunciado que va a liderar un cacerolazo junto a Jorge Robledo por el impuesto a las pensiones, Polo Polo liderará la primera línea con los jóvenes Cabal y al parecer Uribe defenderá los bloqueos que se presenten entre el norte y el sur del Ubérrimo, esta segunda semana está para alquilar balcón.
Para no suponer que las contradicciones son pocas, Gustavo Bolívar defiende la eliminación de las exenciones de renta al sector hotelero, pero quiere que se apliquen a la industria cultural, es el primer senador en la historia de Colombia que hace lobby para que le quiten impuestos en una empresa, pero le pongan a tributar más en otra, puede ser que no estamos preparados para entender su mensaje semiótico con psicología a la inversa.
PD: Recuerdo como en campaña el candidato humano se rasgaba las vestiduras dando cátedra sobre como reemplazar los ingresos provenientes del petróleo con el crecimiento exponencial del turismo; existe una lógica poco mencionada recientemente sobre el papel de los impuestos en la sociedad. Si un impuesto extra a las bebidas azucaradas está destinado a disminuir su consumo, ¿Qué pasará con los impuestos extras al sector hotelero?
