Octubre es un mes triste para Oneida Escobar y Luis Alonso Colmenares. El Halloween del 2010 en extrañas circunstancias su hijo murió en el caño del Virrey. Un sueño que tuvo la señora enfebreció su instinto guajiro y por eso pidió, unas semanas después del sepelio, que desenterraran el cuerpo de su hijo. Nunca se resignó a que se hubiera muerto casi que por voluntad propia. Desde entonces se entretejió una serie de versiones que crearon dos bandos, los que creían que Nadie mató a Colmenares –título de un libro escrito por el periodista José Monsalve- o los que creían que todo se había tratado de un plan formulado por Jessi Quintero y Laura Moreno que incluyó incluso las golpizas que le dieron los escoltas de Carlos Cardenas.
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Trece años después en entrevista dada a Vicky Dávila Oneida Escobar se quebró. Contó que siempre desconfió de Laura, compañera en Los Andes de Luis Andrés. “Yo sentí en mi corazón algo extraño en ella. Yo no hablé con ella, pero una de mamá es chismosa, en ese momento estaba operada y, desde el segundo piso, alcanzaba a mirar a Laura. No sé, sentí algo en mi corazón que me decía que esa no era la mujer para Luis Andrés. No me gustaba su carro. Cuando ella llegaba en el carro, yo lo sentía como algo terrible. El carro era negro, como si me llegara el demonio a mi casa. Uno lo siente en su corazón de mamá, no me gustó Laura”. Incluso afirmó que había alcanzado a odiar ese disfraz de diablo que usó en la fiesta fatídica
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En la entrevista Oneida contó que la relación con su esposo se rompió por completo. “Fue un momento muy difícil porque Luis Alonso no creía que le habían hecho daño a mi hijo y en mi corazón de madre yo sentía que a Luis Andrés me le habían hecho el daño. Ahí empezó nuestra pelea, él me decía que estaba buscando culpables donde no los había, que yo parecía loca. Así me fui contra viento y marea, peleando con todo el mundo”.
Una de las peores crisis que puede sufrir un matrimonio es la pérdida de un hijo. Los Colmenares no fueron la excepción. La separación física terminó por acabar el sentimiento: “Uno va sintiendo esos resentimientos en su corazón. Los hombres sienten tratan de echarle la culpa a la mujer. Él ya no tenía la misma atención en mí, no me tocaba y me rechazaba, era como si yo no existiera, ególatra y sin piedad, mientras tanto yo sufría porque estaba perdiendo a mi marido”
El próximo 31 de diciembre se celebrarán 13 años de la muerte del joven Colmenares. Su familia no lo conmemorará unida.