“Lamentablemente estuvimos esperando la colaboración del alcalde de Sogamoso y no la tuvimos, pero pasamos la carrera por ahí. Hicimos lo imposible por pasar por ahí” dijo Nairo Quintana.
Esta declaración en boca de un famoso como el ciclista Nairo Quintana puede enlodar, con una facilidad pasmosa, no solamente a un alcalde sino a toda la ciudad, como es el caso de Sogamoso. El pasado 1 de diciembre se desarrolló el evento ciclístico El gran fondo Nairo Quintana, que recorrió varios municipios de Boyacá.
De acuerdo con las declaraciones del secretario de Gobierno, José Antonio Cárdenas, inmediatamente se conoció la nota de solicitud de colaboración para el evento se dio el trámite respectivo en cuestión de minutos. “La solicitud llegó el viernes 30 de noviembre hacia las 2 y 30 de la tarde, de inmediato dispuse lo pertinente, así como también, una hora después, la realización de un Consejo extraordinario de Gestión de Riesgo con la participación de delegados de la Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, Policía Nacional y las secretarías de Gobierno y de Salud”. Con todos ellos se instaló, continuó el funcionario, "a partir de las 6:30 del día sábado 1 de diciembre, el Plan de Mando Unificado que dispuso de dos ambulancias: una, de la Defensa Civil, acompañando la caravana y la otra de la Cruz Roja para apoyar cualquier eventualidad".
Por su parte, a los agentes del Instituto de Tránsito de Sogamoso, Intrasog, se les vio acompañando la caravana ciclística, cerrando las vías y facilitando la travesía de los participantes. En la Glorieta del Sol se reunieron estudiantes de las escuelas de formación artística para ofrecerles a los asistentes un espectáculo de danzas y de música para así ambientar, de manera festiva, colorida y alegre, el paso de los participantes por la ciudad.
Con todo ese despliegue no se entiende cómo un ciclista campeón y famoso se va lanza en ristre contra el alcalde de la ciudad y de la ciudad misma. El otro aspecto es la utilización que de las redes sociales hacen quienes desean avivar las diferencias entre el gobernador Carlos Amaya y el alcalde Sandro Condia y en las que caen, infortunadamente, también los medios de comunicación nacionales y regionales. Pareciera que ningún periodista hubiera cubierto el evento deportivo, todo de oídas, sin ninguna molestia para verificar las versiones.
Las declaraciones del campeón Nairo fueron tomadas por los medios de comunicación como si fueran las palabras de un dios o de un sabio científico e infalible al cual se le cree sin necesidad de verificar nada. Pues no, en este caso a don Nairo se le chipoteó su verdad, porque lo organizado en Sogamoso, por los sogamoseños merecía ser destacado. En ninguno de los municipios salieron tantos niños y jóvenes de las escuelas de formación, tanto deportivas como culturales, a saludar el evento —con pantallas gigantes de TV, bandas heráldicas— ni la seguridad estuvo tan sólida y efectiva. Estas son declaraciones de un gran deportista que, al arrimarse a las orillas de la política, desconoce que con ellas se pueden producir daños en una comunidad, por ser tan desafortunadas. Para bienestar de todos lo mejor sería que se bajara de la bicicleta y, en igualdad de condiciones, ejerciera la política.