A lo largo de nuestras vidas vamos conociendo distintos tipos de mujeres, algunas de estas dedicadas a sus hijos y a su esposo, otras a su trabajo y a su familia y preocupadas además por destacarse como profesionales y otras más independientes y liberales que se interesan no solo por sus carreras y nivel intelectual, sino además por lucir una figura esbelta.
La mayoría de quienes les conocen les admiran y creen que son mujeres totalmente por perfectas, que no tienen mayores preocupaciones porque están llenas de éxitos profesionales y aparentemente poseen una familia envidiable. Pocos se alcanzan a imaginar que de puertas para adentro sus vidas están llenas de problemas.
Este es el caso de Susana, Adelaida y María Elena, tres ejecutivas que prestan sus servicios profesionales en una empresa de alto reconocimiento a nivel nacional. La primera de estas es madre de dos hijas, casada con Leonardo, un hombre que no alcanzó ningún éxito laboral. La segunda es una mujer separada, enamorada de un hombre de 20 años menor que ella. No acepta su edad y no reconoce que su hijo creció y que no es un niño.
La tercera mujer del grupo es una mujer enamorada de un hombre casado, se preocupa por su figura y a pesar de que sueña con encontrar un hombre para conformar un matrimonio, aparenta ser una persona independiente y liberal, para quien su único sueño es crecer a nivel profesional e intelectual.
Estos tres personajes conforman el elenco de la obra de teatro Las imperfectas, que por estos días cumple su primera temporada en el teatro Santa fe en la ciudad de Bogotá, con la interpretación de Marta Liliana Ruíz (Susana); Kristina Lilley (Adelaida) y Marcela Rojas (María Elena).
Para Marta Liliana Ruíz, el personaje que interpreta representa al estereotipo de mujer tradicional que a pesar de trabajar, debe estar pendiente de sus dos hijas y además de cuidar de que su matrimonio no fracase, al punto en que debe sostener a su esposo para que este no le abandone.
Kristina Lilley asegura sentirse feliz con su personaje porque según ella, a través de Adelaida quiere llevar un mensaje a las madres cabeza de familia, para que en primer lugar acepten y tenga claro que los hijos no son para toda la vida, que estos crecen y algún día tendrán que irse. En segundo lugar, que se debe aceptar la edad, con los cambios que esta trae.
Marcela Rojas por su parte dice que le gusta que María Helena represente el deseo de muchas mujeres por ser independientes y crecer en su nivel profesional e intelectual, pero que sin embargo, por más que esto se logre, no se debe olvidar que la parte afectiva también es importante, que es algo que su personaje busca de manera afanosa.
A lo largo de esta divertida obra de teatro se pueden observar las diferentes situaciones que tienen que vivir estas tres ejecutivas en el día a día tanto en la empresa donde laboran y al interior de su hogar, en donde queda claro que por más perfecta que parezca ser la vida de una mujer exitosa en su trabajo, su vida personal puede estar llena de problemas, como sucede con las personas en todas las esferas sociales, lo que termina por convertirlas en imperfectas.