El municipio Pueblo Viejo (Magdalena) recuerda la masacre por parte de los paramilitares en el 2000. Sin embargo, esta no es su única herida, pues carece de salud, educación, seguridad y de empleo. Incluso, se cobra el agua que llega en carrotanques.
Pues bien, dentro del municipio se ubica el corregimiento Tasajera, donde los habitantes viven rodeados de basura. Antes tenían una buena producción de peces, aseguran algunos pobladores, hasta que el agua se salinizó y se contaminó, provocando la muerte de los animales; es decir, su única fuente de empleo se vio afectada.
El pasado 6 de julio del 2020, en la vía Ciénaga-Barranquilla, se volcó un camión de gasolina y las personas aledañas, al alertarse de lo sucedido, se llevaron el combustible. Según las autoridades, uno de ellos sacó la batería del vehículo, lo que aparentemente causó la explosión: los últimos datos arrojan que hasta el momento hay 34 muertos y 48 heridos.
En respuesta, el alcalde de Pueblo Viejo aseguró que se encargará de cubrir el hospedaje de las familias de las víctimas, el acompañamiento total y la entrega de mercados bajo el Programa de alimentos en el marco de la emergencia por COVID-19. Lo cuestionable es que ya han transcurrido tres meses desde que se decretó la emergencia sanitaria, ¿entonces por qué no se han entregado esas ayudas?
Ahora los políticos dan su sentido pésame por las víctimas, ¿pero brindan soluciones? La diputada Claudia Patricia Aarón le solicitó al gobernador del Magdalena incluir a Pueblo Viejo en el plan de desarrollo, ¿no estaba ni siquiera en el mapa del gobernador este municipio golpeado por la violencia y la pobreza?
Además, la situación empeora al saber que las camas para el tratamiento del COVID-19 volvieron a ser utilizadas, siendo un foco de contagio que pone en riesgo a los pacientes. Eso sin olvidar que algunas de las víctimas trasladadas a Bogotá dieron positivo a la prueba del coronavirus.
¿Qué le espera a Colombia si los centros de salud no tienen los recursos suficientes y en paralelo olvida a sus habitantes como en Pueblo Viejo, donde no hacen parte del plan de desarrollo, pero viven cerca de una de las vías más importantes de comercio que comunica a Santa Marta con Barranquilla? Esta falta de recursos básicos es la realidad de otros lugares en Colombia que esperamos no conocerlos por un suceso atroz, sino porque el Estado cubra la problemática socioeconómica que bordea al país.
