Después de haber logrado mantener su poder en el departamento a través de la Universidad de Sucre con un rector de su cuerda como es Vicente Periñán, el ex representante Yahir Acuña no quiere quedarse por fuera del juego político.
Con la avasalladora derrota electoral del 2015, en la que no solo se hundió su esposa Milena Jarava sino buena parte de sus candidatos –muchos en coaliciones- a alcaldías, el hasta entonces jefe político de Sucre logró mantener su fortín sagrado: la Universidad de Sucre, el tercer cargo más importante del departamento, logró la elección por tercera vez del médico veterinario Vicente Periñán. En esta universidad pública nació como dirigente estudiantil Acuña y aprendió todas sus mañas políticas en la época del condenado por parapolítica gobernador Salvador Arana. Según testimonios del paramilitar Diego Vecino, el entonces joven líder estudiantil le habría sido funcional a los propósito de las Autodefensas en Sucre.
La reelección de Periñán en 2016 fue muy mal recibida por los estudiantes entre otras razones porque llegó amarrada con el despido de 300 profesores de cátedra y se empezaron a dar las primeras señales de politización. Hubo un mes de paro y el Tribunal Administrativo de Sucre anuló el resultado de las votaciones ya que consideraba que la escogencia del directivo había violado la reforma al equilibrio de poderes pues este había sido seleccionado por un Consejo Académico que el propio Periñán había formado.
La elección de rector del próximo 10 de abril es clave y Yahir Acuña lo sabe, por eso se está jugando todas sus cartas.