A los 10 años, a Diana Reyes o más conocida en el mundo digital como 'Tifis', lo único que le interesaba era aprender cómo diablos podía funcionar un hardware (parte física de un sistema). En el club de física del Colegio Santiago Pérez del Tunal en Bogotá contrajo la fiebre por la tecnología. Quería ser ingeniera, programar, crear ella misma los juegos que tanto le gustaban. Aunque tenía el coeficiente y la disposición para convertirse en una geek, tenía 'un defecto': era mujer. Las burlas de sus compañeros y la renuencia de sus padres a aceptar su pasión la hicieron escoger, a regañadientes, el bachillerato comercial como hacían todas sus compañeritas. Perdió la autoestima y el colegio se fue convirtiendo en un infierno.
Cuando se lo permitían sus labores escolares Diana seguía creando. A los 12 años se inventó unos chips que le permitían hacer relojes o programar secuencias de imágenes. A los 16, con el diploma de bachiller en una mano y en la otra la entrada a estudiar Publicidad en la Universidad Central organizaba eventos como el encuentro anual de la comunidad Laneros.com (una de las páginas/foros más conocidos por los games y aficionados a la tecnología). A él iban decenas de programadores y locos por los videojuegos. Diana, en estos foros, se escandalizaba ver que por cada cincuenta hombres había apenas una sola mujer.
Por eso, a los 19 años empezó a hacer reuniones que tenían como único fin preparar a las mujeres, que tuvieran alguna vocación, para enfrentar el mundo tecnológico. De su propio bolsillo pagó desayunos, charlas y capacitaciones para niñas menores de 7 años. Las niñas no sólo aprendieron a crear, desde su celular, aplicaciones o programas multimedia, sino que también aprendieron a preparar pitch y presentaciones, con la misma elegancia y seguridad que lo pudo haber hecho, a principios de los ochenta, Steve Jobs. Las niñas, antes de cumplir 10 años, aprendían a vender sus creaciones.
Durante un tiempo, antes de una charla que realizaría en el DF en el 2014, se llamaron Pixelitas. El grupo de niñas fue creciendo cuando, después de pasar una convocatoria, quedó como la única mujer en el equipo de cuatro personas que conforman los expertos en programación de Google en Colombia. Después, en México, y de contar su experiencia ante un auditorio lleno, se le acercaron Dani González y Karina Alarcón, las creativas de Epic Queen que están al frente de las Code Party en ese país, las fiestas tecnológicas en donde niñas de 7 a los 12 años, acompañados de sus padres, aprendían a desarrollar programas. Diana Reyes era la persona indicada para expandir esta iniciativa a Colombia.
En la actualidad hacen 6 fiestas al año. La sede son las oficinas de Google al lado del parque de la 93 en Bogotá y están precedidas por Diana. Nadie le da un peso para hacerlo. Con la firme intención de llevar estas fiestas a todas las niñas del país consiguió gente que lo colaborara en Manizales y Pereira. Allí ha realizado ya un par de fiestas y, por la falta de recursos que les impide trabajar con computadores de verdad, se valen de fichas de lego, cartulina y pegantes para enseñar cómo se puede realizar una iniciativa tecnológica.
A las Code Party organizadas por Diana Reyes están empezando a ser aceptados niños. La idea, como ella misma dice, no es radicalizarse en sexismos innecesarios sino ayudar a que las niñas tengan la intención de vivir de la tecnología; tengan la actitud y la capacidad para crear una idea TIC exitosa y encuentre menos obstáculos que los que tuvo que superar Diana 'Tifis' Reyes cuanto tenía 10 años.