Cada vez está más cerca la firma del acuerdo final entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC, el anunció del cese bilateral al fuego y de hostilidades confirma que estamos a algunas semanas de la firma del acuerdo final. Dicha firma final significará, ni más ni menos, el fin de la vieja tradición de justificar políticamente la lucha armada.
Los temas de apertura democrática y ampliación de los espacios de participación quedaron plasmados en el acuerdo dos, allí se suscribió la figura que permitirá el tránsito de movimiento guerrillero a movimiento político. El punto dos, contempla una verdadera reforma al sistema político Colombiano y dentro de sus puntos se propone crear unas circunscripciones especiales de paz para las zonas más afectadas por el conflicto armado.
Las circunscripciones especiales de paz serán el mecanismo por el cual se podrá pagar una deuda histórica con las poblaciones que han sido excluidas del proceso democrático en Colombia. Es una figura consagrada en la constitución política de Colombia, es decir, no es nueva, pero permitirá que la organización política que nazca luego de firmado el proceso de paz participe en la contienda electoral bajo las reglas de la democracia.
La Fundación Paz y Reconciliación ha preparado una serie de propuestas que considera necesarias para que el proceso de apertura democrática se materialice en el país, permitiendo la inclusión de los sectores marginados de la Colombia profunda, y la participación política de la guerrilla de las FARC. No olvidemos que este fue el incentivo que permitió que el grupo guerrillero negociara.
La Fundación propone las siguientes acciones.
- Las FARC deberán tener una participación directa en el Senado de la Republica. En primer lugar, la negociación entre el gobierno nacional y las FARC tiene el propósito de terminar la guerra, pero también de ofrecer espacios de participación política al grupo insurgente. La participación directa en el Congreso por periodos transitorios aseguraría el juego de las FARC en el ejercicio político. Segundo, no se puede olvidar, que a mediados de los años 80 del siglo XX, producto del avance de las negociaciones de paz entre el gobierno y las FARC, nació la Unión Patriótica (UP). En esta unión confluían miembros cercanos a las FARC, el Partido Comunista y organizaciones sociales y cívicas. Por esas mismas fechas la presión social por el cambio político era importante y ante esta presión se permitió que los alcaldes y gobernadores fueran elegidos popularmente mediante el voto. Los resultados para la UP fueron importantes: 25 alcaldías de forma directa, 123 por coalición y 14 congresistas, además de cientos de concejales y decenas de diputados en concejos y asambleas.
Sin embargo, el Estado falló en la protección este movimiento político y se produjo un genocidio político. El genocidio político de la UP fue la masacre de más de 4 mil militantes de dicha colectividad política. De los 14 congresistas electos, varios fueron asesinados y otro huyeron. Semanas después de las elecciones de 1986 cayó el primero, el Representante Leonardo Posada fue acribillado el 30 de agosto de 1986. Unas horas después, el 1 de septiembre de 1986, cayó Pedro Nel Jiménez, otro congresista. Pedro Nel Jiménez murió mientras se alistaba para ir al sepelio de su compañero Posada. Al día siguiente, el 2 de septiembre de 1986, durante el entierro de Jiménez en Villavicencio, seis hombres armados se llevaron del cementerio a Jaír López y Críspulo Hilario, dos militantes de la UP del Guaviare que asistían al funeral.
El genocidio cerró la posibilidad de participación democrática de estos sectores. De los 14 congresistas 9 eran Senadores y 5 Representantes a la Cámara. En la medida que el modelo de justicia del proceso de paz es restaurativa, y a las FARC les vamos a pedir, como es normal, que digan la verdad, que reparen y pidan perdón, el Estado debe hacer lo mismo. Por tanto se propone regresarle a las FARC 9 curules directas a Senado una vez firmado el acuerdo, es decir, apenas termine la dejación de armas, seis meses después de la firma del acuerdo general. No olvidemos que la masacre de la UP fue producto de una confluencia entre narcotraficantes, paramilitares, élites políticas locales y agentes estatales. Estas curules operarían por 2 periodos electorales, más el tiempo que va del 2017 al 2018. Los periodos serían:
- Marzo 2017-junio de 2018.
- 20 de julio del 2018- junio de 2022.
- 20 de julio de 2022- junio de 2026.
- Dichas curules directas no son las mismas que se abrirán por medio de las circunscripciones especiales de paz, el número de estas curules y su distribución temporal deben cumplir el criterio de equidad y apertura democrática, es decir, se debe privilegiar a las poblaciones más excluidas del sistema democrático. Desde esta premisa, la Fundación Paz y Reconciliación propone que sean al menos 17 circunscripciones (Ver mapa), las cuales tengan una vigencia de tres periodos legislativos.
Nótese, en el mapa, como el criterio de inclusión de las zonas no depende de la división política administrativa del país, sino que reúne un conjunto de municipios que han sido altamente afectados por la violencia y que en consecuencia han estado marginados de los proceso de integración política, de allí que se encuentren regiones que se configuran con municipios de dos o más departamentos.
Se espera que en estos tres periodos las organizaciones sociales y políticas hayan podido fortalecer su proceso organizativo y de esa manera pueda competir de manera más equitativa en la contienda electoral, por supuesto, estas transformaciones estarán acompañadas de una reforma al sistema político y electoral colombiano. Actualmente, la Cámara de Representantes cuenta con 166 congresistas y las 17 que se proponen serían adicionales.
Sobre la mesa existen al menos tres propuestas, las cuales aumentarían el número total de representantes por medio de la inclusión de curules en el marco de las Circunscripciones especiales de Paz. El cuadro a continuación presenta el número total de curules y la alteración que está tendrían para sumar mayoría simples y mayorías cualificadas, la cuales permiten la aprobación de leyes estatutarias.
Las circunscripciones especiales de paz tendrán que entrar en funcionamiento una vez termina el proceso de dejación de armas, es decir, seis meses después de la firma del acuerdo final. Esto significaría que si en Julio el gobierno nacional y la guerrilla firman el acuerdo final, se presume que el proceso de dejación de armas terminaría en Enero del 2017, tiempo en el que iniciaría la contienda electoral en las regiones arriba señaladas, la campaña política sería de tres meses, de tal modo que las elecciones atípicas serían en la tercera semana de mayo de 2017.
La pregunta que nace con esta propuesta es que efecto tendrían las circunscripciones especiales en relación al calendario electoral de 2018, para la Fundación Paz y Reconciliación, no habrá ninguna alteración con el calendario electoral ordinario, las curules asignadas de manera transitoria por tres periodos tendría vigencia desde la primera legislatura de 2017 hasta la cuarta legislativa de 2021. El siguiente cuadro expone el calendario legislativo de las circunscripciones especiales de paz.
- Julio de 2017-junio de 2021
- Julio de 2021- junio de 2025
- Julio de 2025-junio de 2029
Si bien la elección de las cámaras especiales por circunscripción especial y las ordinarias no coinciden en calendario electoral, lo importante es que no alteran el calendario legislativo. La apuesta debe centrarse en que estos son los costos de la democracia y que el proceso de apertura política e inclusión de sectores que hasta el momento han sido marginales en el proceso de construcción de la nación merecen que estos espacios de participación se establezcan de inmediato, y que de ese modo los beneficios de la paz no deban ser postergados.