El deseo occidental de consumir, es el principal motor del crimen organizado internacional
Misha Glenny (periodista, escritor de McMafia).
Hoy que hay gran preocupación porque en la ley de justicia y paz del acuerdo entre el Gobierno y las Farc se van a colar narcotraficantes, como se dice que sucedió en el proceso paramilitar en su momento, para Misha Glenny las Farc son equiparables a cualquier cartel, pero con un vestido social, militar.
Misha Glenny es un periodista y escritor británico que un día, como corresponsal de guerra en Yugoslavia y Los Balcanes en los años 90, descubrió que la gente de las milicias nacionalistas estaba también involucrada en el crimen organizado y tenía nexos con muchos de los políticos en Serbia, Croacia, Bosnia, etc., y así vio qué era lo que estos criminales organizados hacían dentro de Yugoslavia. Notó que estaban cooperando con los políticos locales, pero también estaban trayendo bienes y servicios ilícitos de todas las partes del mundo; heroína de Afganistán, cocaína de Colombia, diamantes negros de África, tráfico de mujeres con propósitos sexuales de Rusia y los estaban ingresando a la Unión Europea que era el destino final de estos “bienes y servicios”. Decidió entonces escribir un libro sobre la globalización del crimen organizado, lo que le significó viajar alrededor de mundo incluyendo Brasil, Colombia, Japón, China, India, Rusia, Suráfrica, para describir cómo también el crimen organizado se estaba globalizando y muy rápidamente. Así nació McMafia, un libro que a diferencia de todo lo publicado, obtuvo sus historias no de las autoridades, sino de los propios criminales.
Los pasos de Glenny por Colombia, le permiten manejar mejor que nosotros la dinámica criminal de nuestro país que –por supuesto- involucra a la clase política y a las autoridades. Él cree que la corrupción, la violencia y la cocaína en términos políticos son coyunturales aquí. Comparada con países como Chile y Argentina, Colombia tiene una historia mucho más profunda de violencia política que data desde el siglo XIX. La terrible experiencia de los 80 y 90, fue una nueva versión de un problema antiguo. La violencia se hizo diez veces más desagradable debido al dinero que se podía hacer con la cocaína.
En crimen organizado, dice el periodista, Pablo Escobar está al mismo nivel de Al Capone y alguno de los líderes de la mafia en Sicilia, y de los del Yacuza en Japón. Es una de las cinco figuras a nivel mundial. Pocos han llegado a manejar sus volúmenes de exportación de droga. “Pero lo que él entendió mucho antes que otros criminales, era que podía comprar el Estado, las instituciones del Gobierno. Los inteligentes de la mafia saben que de lo primero que deben asegurarse es de que el Gobierno está de su lado”, agrega Glenny.
Pero para este investigador los Rodríguez Orejuela fueron mucho más inteligentes en el largo plazo que Escobar, porque le aprendieron a quién se puede provocar y a quién no. “Hoy los traficantes en Colombia son aún más inteligentes que el cartel de Cali porque el volumen de cocaína producido actualmente es el mismo del 2000, pero la violencia ha disminuido; es un problema menos tanto para el Gobierno como para los colombianos. Por consiguiente, los traficantes han aprendido que la violencia es mala para el negocio”, agrega. Tal vez es este punto el que hace que ya no veamos tantas masacres.
Cómo no preguntarle a un experto la diferencia entre mafias y ladrones de cuello blanco que por estos días nos están mostrando sus caras a través del escándalo de Odebrecht. Su respuesta los enlaza: “Son dos caras de la misma moneda. Si se tiene un gobierno corrupto, bancos corruptos y abogados corruptos, es más fácil para el crimen organizado trabajar en conjunto. Hay un punto crítico y hay una gran guerra librándose en el mundo hoy. Por años, los gobiernos han permitido la presencia de paraísos fiscales que son usados por grandes corporaciones de individuos muy ricos para lavar dinero y evadir impuestos. Estas instituciones son las mismas usadas por el crimen organizado. Después de la publicación de los Panama Papers, ya nadie puede decir que esto no está ocurriendo. Los gobiernos no cierran los paraísos fiscales porque la gente rica los quiere abiertos. Y para el crimen organizado, esta es la oportunidad más grande para lavar dinero. Esto es un escándalo y debe detenerse”.
"Las Farc empezaron como un grupo ideológico y mantuvieron una identidad ideológica,
pero como tantos grupos revolucionarios se volvieron dependientes
de la actividad criminal para su financiamiento"
Misha Glenny, ha enfrentado el peligro. Uno de esos episodios fue con unos representantes de las Farc cerca de Cali en el 2006. ¿Pero qué encontró investigándolas? “Las Farc fueron sencillamente crimen organizado en uniforme militar. Empezaron como un grupo ideológico y mantuvieron una identidad ideológica, pero como tantos grupos revolucionarios se volvieron dependientes de la actividad criminal para su financiamiento. Al final la actividad criminal es lo que les importa. Al final las Farc no eran nada diferente del cartel de Cali, de Ochoa en Medellín o de Pablo Escobar”.
Glenny piensa que el acuerdo de paz en Colombia le está mostrando al mundo el camino a seguir. Pero le pregunté si creía que las Farc iban a dejar el negocio: “¿El de la cocaína? Esto es por lo que aclaré antes que los volúmenes están iguales. Para la gente es más importante si la matan cuando sale a la calle y Colombia ahora es mucho más segura de lo que solía ser. Para mí eso es un verdadero progreso”, dijo. ¿O sea que sí? ¿Entonces lo definitivamente importante es que la gente no se mate?... Lo pregunto porque este periodista dice que el verdadero criminal en el negocio de la cocaína, es la guerra contra las drogas que Washington ha estado planteando por varios años. Docenas de personas que mueren cada año por el consumo de drogas o la guerra de las drogas. Pero en Colombia, México, Brasil, Honduras muchas personas mueren cada año por esta política y eso él lo considera inmoral. Además, cree que para evitar más muertes violentas hay que legalizar las drogas. Entonces, vuelvo a preguntar, ¿lo definitivamente importante es que la gente no se mate?...
En la actualidad Misha está dedicado a la investigación del cibercrimen y la mezcla que está teniendo con la mafia tradicional, combinación que ve como un juego totalmente diferente y para el cual el mundo todavía no está preparado; es extremadamente peligroso. Seguiré leyendo sus publicaciones.
¡Hasta el próximo miércoles!
