Según pesquisas recientes en el escenario mundial relativas al clima en el pasado se halló que de 60 millones de nativos americanos para 1492, un 90 % murieron en el primer siglo por las enfermedades traídas por españoles y africanos tras sucesivas oleadas recurrentes de epidemias de viruela, sarampión, tifo y otros morbos.
Al paso de ese despoblamiento fueron abandonadas más de 50 millones de hectáreas de cultivos, estas tierras luego se enmontaron regresando el bosque primario con sus gigantescos arboles produciendo una considerable disminución de la temperatura en el continente (Earth System Impacts of the European Arrival and Great Dying in the Americas after 1492. Koch y otros, 2019, Quaternary Sciences Review # 270. El amanecer de todo. Una nueva historia de la humanidad. Graeber y Wengrow,2022, editorial Planeta, Barcelona).
En la región en el siglo 18 hubo fenómenos climáticos atípicos como lluvias intensas, inundaciones, sequias y largos veranos, plagas de ratones, langostas y de insectos, epidemias de viruela y otras enfermedades relacionadas con el Niño, fase cálida y la Nina, fase fría.
En el año de 1809 el sindico procurador de Mariquita se quejaba del corregidor del partido por haber suspendido el servicio de agua a una parte de la población de esa ciudad en beneficio del convento y hospicio de San Juan de Dios.
Desde 1841 cuando llegaron los ingleses y nacionales a Ambalema talando el bosque, descuajando arboles gigantescos y quemando el terreno para cebar reses y cultivar tabaco se alteró totalmente el paisaje.
Por el corte de los árboles entre diciembre de 1856 y enero de 1857 una fiebre epidémica repentinamente invadió las poblaciones entre Honda y Ambalema.
“Personas importantes y del pueblo murieron. Trabajadores extraños a la región, de Bogotá y Tunja fueron atacados por la enfermedad, hinchados y padeciendo también disentería vagaron por caminos y pueblos en pos de caridad. Mas de 1900 trabajadores murieron, acusaron al abuso del guarapo y al desabrigo a que estaban expuestos por las noches después de días ardientes que alcanzaban los 26 y 27 grados del centígrado”.
(El Neogranadino. Bogotá, jueves 23 de abril de 1857. Número 397, página 3)
En la actualidad la temperatura promedio para Ambalema es cercana a los 35 grados Celsius, una diferencia cercana a los 9 grados respecto a las temperaturas normales en el siglo 19 por el desmonte de los árboles y el uso intensivo de la tierra con tabaco y pastos artificiales, a lo cual siguieron siembras comerciales de algodón, caña de azúcar, arroz, ajonjolí, maíz sorgo, maní, entre otros cultivos.
El bosque de Tulenapa, sede de la universidad de Antioquia en Carepa, con 150 hectáreas de extensión es una isla de biodiversidad en un mar de bananos y potreros. Se entiende que el clima promedio de la región de 30 grados, pero al interior de Tulenapa la temperatura disminuye 6 grados, es decir marca 24 grados Celsius.
Ahora bien, el problema para el Tolima es un clima cada vez más ardiente, Honda marco 40 grados la semana pasada, personas deshidratadas y desplomadas en la calle se vio, nos acercamos a muertes por hipertermia como en otros lugares del mundo, pero que, siguiendo la lista roja de ecosistemas en peligro en el mundo, en Colombia se halla el Tolima con su Corporación Autónoma regional del Tolima en primer lugar con un total de 527.169 hectáreas a la espera de restauración ecológica. Restauración ecológica que no vemos iniciar por ningún lado.
(Etter y otros, 2020. Ecosistemas colombianos. Una aplicación de la lista roja de ecosistemas en los ecosistemas terrestres continentales. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, página 57).