Desde la cárcel La Picota en Bogotá, el exsenador del Partido de la U, Eduardo Pulgar, detenido por corrupción en un proceso que cursa en la Fiscalía por haber renunciado a su senatoria para no ser investigados por la Corte Suprema. Desde allí, mueve sus ficha y busca caminos para no perder la curul. La primera opción es lanzar a su esposa, Ana Ucrós Rosales, quien demás es hermana del alcalde de Soledad, Atlántico, Rodolfo Ucrós, con lo cual todo quedaría en familia.
Ana Ucrós llegaría al Senado como la fórmula de la representante a la Cámara por el Partido Liberal Jezmi Barraza, hija del empresario y diputado de Cambio Radical, Sergio Barraza. Pulgar está listo a hacer los acomodos políticos del caso para que no quedarse por fuera del juego político y los contratos en el rico municipio de Soledad donde ha armado su fortín político.
Está táctica familiar ya la había probado en el pasado para no permitir que la justicia lo borrara de la política. En el 2007, se movía como pez en el agua hasta que el Procurador Edgardo Maya le puso el tatequieto al sancionarlo disciplinariamente por fraude electorales en el 2003, al identificar fraude en inscripción de cédulas en Barranquilla. Pulgar fue inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 18 años. Sin embargo, su plan fue llevar a su esposa del momento, Karime Mota, a la Cámara y Senado.
En el 2014, Mota utilizó el poder de su voto para elegir al Procurador Alejandro Ordoñez y luego en un tome y dame, Ordoñez le revocó la inhabilidad a su marido y Pulgar regresó victorioso al Congreso. Hoy están divorciados, pero su nueva esposa está lista a repetir la ruta.
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