La gente se quejaba siempre de la mala atención por parte de las clínicas del Instituto de Seguro Social, ISS. Aunque hablar de esto para muchos es un absoluto anonimato. No tienen ni la más mínima idea de cómo funcionaba el sistema en ese tiempo y lo que le cuentan quienes aún mantienen la idea de desprestigiarlo, es que era lo peor que existía en el país. Que no prestaban buena atención, déficit de consultorios, de camas, de médicos, de enfermeras y de todo lo que usted se pueda imaginar.
Y claro, no era fácil y había muchos problemas. Pero si se hace un análisis de tiempo, estructuras, número de usuarios y otros factores, lo lógico es que faltaba mucho para hacer como organización encargada de mantener la salud de los ciudadanos. Pero el problema, al igual que ha pasado a través de los tiempos, es que siempre han prevalecido los intereses políticos, personales, de partidos y de organizaciones, a quienes les importa un bledo el afiliado o paciente y máxime si arrastra a otros como la esposa, los hijos, la madre y hasta la suegra.
Entonces apareció “el genio de la Lámpara maravillosa”, aquel que no sólo “nos dio en la cara por maricas” sino que se le ocurrió inventarse una Ley que le diera cabida a los particulares para manejar la salud de sus compatriotas. Ya tenían montado todo el andamiaje y así varios de los dueños del país pasaran a ser codueños; no mejor, casi dueños absolutos de la salud y por lo tanto de las vidas de sus afiliados. Ese fue el momento feliz del nacimiento de las famosas EPS. Y con nombres sugestivos como Famisanar, Compensar, Colsubsidio, Sanitas y la primera, La Nueva EPS.
Ahí no quedaba todo. Cuando estaba el ISS a usted le descontaban sus aportes mensuales establecidos por Ley, pero como el asunto de ellos era el del negocio, entonces aparecieron con el cuento de “la cuota moderadora” y con un agravante aún más de negociazo; esta debería ser estratificada de acuerdo a su ingreso mensual y claro si los ingresos van subiendo de igual forma las cuotas. Y tenga, ahí le cae el guante y le da el golpe en la quijada, le pone el ojo negro, le parte los labios o simplemente le tumba unos cuantos dientes y usted fresco. Comió cuento con el cuento que todo iba a ser mejor y sería manejado por los mejores. ¿Y qué paso? Al final no eran especialistas en salud sino en negocios. Son inversionistas que han estado mirando las formas de ver cómo quiebran las finanzas de los pacientes y ellos sí se comieron el cuento que les iban a arreglar las fracturas y lo que les pusieron fue más facturas para pagar y claro, todo con la mentirilla de que iba a estar matriculado en el mejor sistema de salud del mundo.
Las EPS fueron creciendo y enriqueciéndose y a pesar de eso se inventaron otra figura para “des democratizar” aún más la salud de los pacientes, que en todos los casos debería ser una sola. Del exterior o de donde haya nacido, importaron el sistema de LA MEDICINA PREPAGADA y ahí sí acabaron de darle en el gusto a los colombianos; amantes de la elitización la acogieron con brazos, piernas y bocas abiertas. Se creó más la brecha para atender mejor a unos que a otros y claro a costa del descuento de un alto porcentaje de sus salarios. “LA PRE”, ahora está de moda hablar y escribir con palabras incompletas para aumentar más el grado de estar “in”.
Y aquí otro gallo y otro “descompensar” el sistema. Si usted se gana 3 millones, la suma de sus aportes mensuales por salud más el valor de la “Pre” le da aproximadamente un millón de pesos y luego súmele los copagos por la cita de medicina general, más la de los especialistas, más el de la fórmula médica, más el de los transportes, que muchas veces tiene que multiplicar porque no hay x o y medicamento y le toca regresar, más otros gallitos que van apareciendo en el camino.
Claro que quienes se ganan el mínimo sí están felices porque para ellos las cuentas son más favorables. De un millón que es el salario paga aproximadamente 60 mil por la PRE y con copagos mucho más bajitos le resulta algo más favorable. Los de la Pre tienen el beneficio de que todo funciona más rápido. En su sistema todo es mucho más rápido, incluidos especialistas y tratamientos especiales, mientras que, así usted pague casi medio millón de pesos por aportes normales y no tiene pre, jodido. Un paciente regular que tiene control de especialista cada tres meses debe esperar nueve meses por no ser “In”.
Lo importante es que a nadie de los que pagan menos les importa un pepino que a usted le pase eso. Aquí no hay “Solidaridad” sino puro interés particular. E incluso hay quienes salen a apoyar las marchas en contra de la Reforma a la salud propuesta por el gobierno Petro, que en realidad lo que trata es de disminuir los gastos de los colombianos y lograr el equilibrio y la estabilidad que necesitan en todos los niveles.
Los invito a que dejen de contribuir a engrosar los bienes capitales de todas las EPS y de los multimillonarios que ahora quieren hacerle comer el cuento a la gente que están quebradas; no permitan que sigan haciendo de las suyas y por medio de sus Medios manipuladores dicen que están graves y necesitan de su ayuda y de sus lágrimas.
El puente no está quebrado, pero si le cree al pobre viejecito y su entorno y máxime sabiendo que tienen en el Congreso a sus “calanchines” para que hundan La Reforma (que en realidad favorece es al pueblo y no a los multimillonarios), usted está en la olla al ayudar a quienes los explotan. Si no lee, analiza y toma consciencia estamos jodidos de por vida. Ah, pero no sólo usted, sino sus hijos, sus nietos y las generaciones futuras, a quienes cada día se les hará más difícil sobrevivir con dignidad en este planetoide y por lo tanto es sumamente importante que la mayoría de los habitantes recordemos, por dignidad, que siempre debemos tener conectado un polo a tierra.
Edgar Uruburu Septiembre, 5 de 2023