Los ocupantes de las fincas no esperaban que de un momento a otro les llegaran decenas de camionetas llenas de policías y militares con funcionarios de la Agencia Nacional de Tierras y la Unidad para las Víctimas con el fin de recuperar aquellos predios que en el pasado fueron escenarios de guerra, sangre y violencia.
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Los documentos que los funcionarios de estas dos entidades llevaban en sus manos demostraban que los terrenos le pertenecían desde hace más de 15 años a la Agencia Nacional de Tierras. Estas fincas habían sido entregadas dentro de la Ley de Justicia y Paz por temidos exjefes paramilitares para reparar a las víctimas de su cruenta guerra.
Nadie sabe aún cómo 5 mil hectáreas, de las 8 mil recuperadas, estaban en poder del concejal del partido de la U David Jorge Márquez Chegne, un político local que llevaba más de 10 años controlando las tierras que son del fondo para las víctimas como un gran hacendado ganadero de la región. Lo único que apuntaron a decir los empleados y capataces de las haciendas intervenidas fue que Márquez Chenge era su patrón y el tenedor de los terrenos, los animales y las fincas que allí estaban.
🚨#ÚltimaHora | El presidente @petrogustavo le acaba de solicitar a la @FiscaliaCol investigar al concejal David Jorge Márquez, de Buenavista, Córdoba, señalándolo de que poseía 5.000 hectáreas que había devuelto alias "macaco" al Estado. #ElMeridianoTeUbica pic.twitter.com/9LxtbTmzQ3
— EL MERIDIANO (@elmeridiano_co) September 28, 2024
En los cruentos años de la presencia e incursión de los paramilitares de la AUC y sus diferentes bloques armados, entre los años 90 y 2000, aquellas miles de hectáreas les pertenecieron bajo intimidación, sangre y fuego a los temidos paramilitares Ramiro Vannoy Murillo, alias Cuco Vannoy, exjefe del Bloque Mineros; Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, excomandante del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia y a José Germán Sena Pico, alias Nico, quien fue jefe político del Frente Héroes de Andaquíes de las AUC.
Dos de los predios que controlaba el político cordobés que será investigado por el presunto delito de uso y aprovechamiento indebido de un bien inmueble, están la hacienda Leticia-La Argentina de 1.057 hectáreas y la hacienda La Carcajada de 3.220 hectáreas, que le pertenecieron a Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, un risaraldense que hizo en los ochentas hizo parte del Cartel del Norte del Valle, donde aprendió todo lo relacionado con el tráfico de cocaína a Estados Unidos y lo puso en marcha cuando tras la financiación a las AUC de Carlos Castaño con 5 millones de dólares, lo convirtieron en jefe paramilitar y le entregaron el Bloque Central Bolívar que operó en 13 departamentos del país.
Macaco, quien desde 2019 está preso en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, en Antioquia, fue uno de los paramilitares más peligrosos del país. A él se le atribuyen más de 30 mil víctimas, entre ellos al menos 6 mil muertos. Al momento de desmovilizarse en 2004 en el gobierno de Álvaro Uribe, que luego lol extraditó en 2008, este jefe ‘para’ hizo entrega en Justicia y Paz de dos helicópteros, una urbanización con 96 viviendas y 145 lotes en el bajo Cauca antioqueño, así como tres fincas más y unas 3 mil reces.
Lo entregado por el exjefe paramilitar fue avaluado en su momento en más de 113 mil millones de pesos. Fue en aquella oportunidad que entregó las gigantes fincas ganaderas en Buena Vista, Córdoba, que un par de años después cayeron en manos del concejal Márquez Chegne y que el gobierno de Gustavo Petro le hará entrega a cientos de campesinos sin tierra dentro de su programa de Reforma Agraria.
El campesinado de Córdoba entra a la finca "La Argentina" en Buenavista, que una vez fuera de "Macaco" y que de nuevo fue ocupada por políticos .
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 2, 2024
Mi gobierno le entrega estas tierras al campesinado. pic.twitter.com/sdAPgZXucp
Los otros paramilitares que fueron dueños de los predios que se les entregan a campesinos está el también temido exjefe paramilitar y narcotraficante confeso Ramiro Cuco Vanoy, un exintegrante del Cartel de Medellín, y enemigo de Pablo Escobar, quien se volvió paramilitar tras su sociedad con Vicente Castaño para exportar cocaína a Estados Unidos, donde en la actualidad, postrado en silla de ruedas y enfermo de hipertensión, diabetes y glaucoma, paga una condena de 24 años, mientras se entera como los imperios en los que convirtió sus haciendas vuelven a manos campesinas.