James no pudo empezar peor el 2016. El primero de enero viajaba en su Audi por las calles de Madrid hacia la Ciudad Deportiva del Real en el lujoso barrio de Valdebeldas. Iba tarde a su entrenamiento. Pisó el acelerador hasta los 200 k.m por hora sobre la autopista M-40. James no podía volver a quedarle mal a su equipo. Desde que Carlo Ancelotti fue despedido del equipo en mayo del 2015 todo había sido cuesta arriba para el cucuteño en el elenco merengue.
La llegada de Rafa Benítez significó el inicio de la decadencia de James en el Real. Por compromisos con la Selección Colombia en la Copa América de Chile no pudo llegar a tiempo a la pretemporada de su equipo en Australia. El exigente Benítez quería que su ficha, quien no tomaba vacaciones desde el 2013, acortara su periodo de descanso. Desde ahí la agarró inquina. El castigo no tardaría en llegar. En el debut liguero contra el Sporting de Gijón fue a la banca. James twitteó desafiante “Estoy mejor que nunca”. En la segunda fecha fue titular y corroboró su excelente momento con dos golazos ante el Betis. Pero lo peor estaría por llegar. En un partido amistoso contra Perú en Estados Unidos James, quien fue víctima del recio juego inca. Terminaría el juego con una rotura muscular en su muslo izquierdo. Dos meses de baja. En diciembre Florentino Pérez despidió a Benítez. En Colombia la noticia se celebró con júbilo. El reemplazo del español sería Zinédine Zidane.
Por eso James pisó el acelerador y no aflojó ni siquiera cuando la Policia Nacional encendió las sirenas. Ellos creían, por la velocidad con la que iba James, que podría tratarse de algún ladrón que había robado un auto de alta gama. Cuando el escándalo estalló el crack dio el improbable argumento de que había acelerado porque temía que se tratara de un secuestro. La multa, 10.400 euros, fue el mal menor. Los tabloides de Madrid lo destrozaron y empezaron a sacar sus supuestas rumbas interminables en las mejores discotecas de la ciudad. Su matrimonio naufragaba. Daniela Ospina regresó a Colombia a participar en Bailando por un sueño. A James se le asociaba con modelos rusas y con Andrea Escobar, la primera modelo colombina contratada por Victoria Secret. Entonces todos los periódicos de Madrid crucificaron al crack. El periódico ABC en su edición del sábado 23 de enero del 2016 calificó de decepcionante el fichaje de USD$ 80 millones que se la pasaba en el banquillo.
James no aflojó. En medio de la tormenta James quiso renegociar su contrato y ganar casi lo mismo que Ronaldo. Zidane, a pesar de sus grandes actuaciones en la Champions ante la Roma, en donde incluso hizo gol, lo siguió ninguneando. La mamá de James, Pilar Rubio, trinó el 5 de abril del 2016 contra el francés: “Critican a James e Isco, los comparan con Casemiro, no son volantes de marca entiendan muy diferentes, en tierra de ciego el tuerto es rey”. El trino enrareció aún más el ambiente. Un directivo del equipo merengue hizo un comentario todavía más hiriente sobre el colombiano y le recomendó a Pilar estar callada porque ella no sabía cómo se portaba el muchacho.
James ganó, sin jugar un solo minuto en las finales, dos Champions. En la última, en mayo del 2017, la vio desde las gradas. Desde ahí James decidió irse del Madrid. Ni siquiera lo vendieron, lo prestaron al Bayern Munich. Creían que, de la mano de Ancelotti, quien lo trató siempre como un hijo, James iba a recuperar el nivel. Cuando echaron al italiano creían que volvería al fracasar. Pero el Colombiano, de la mano de Jupp Heynkes, resurgió de las cenizas. Le bastó media temporada para ganarse a la exigente hinchada bávara. En la serie de semifinales de la Champions James intentará demostrar que Zidane cometió una injusticia al haberlo ninguneado.
*Con datos sacados del libro James de Luciano Wernicke editado por Planeta.