Sólo cuando cumplió diez años, Nicolás Petro empezó a ver con frecuencia a su papá. La frecuencia es dos veces por año. Nació en 1986 cuando él estaba preso por ser parte del M-19.
Nicolás siempre escuchó el nombre de su papá como si fuera un eco lejano y esos fueron años convulsos para Petro. Después de salir de La Picota participó en actividades clandestinas del M-19 y vivió un tiempo con Katia Burgos y con su hijo, pero el matrimonio naufragó.
Nicolás Petro se devolvió con su mamá a Ciénaga de Oro mientras Gustavo se desmovilizó en 1990, entró al Congreso entre 1992 y 1994, se casó con Luz Marina Herrán con quien tuvo a su segunda hija, Andrea, y se fue a Europa donde permaneció hasta 1997.
Ese año, Gustavo Petro regresó a Colombia y se refugió en la casa de su mamá en Cajicá. Allí, contacto más frecuente con su hijo. Luego, la política y la vida los volvió a separar hasta que muchos años después, apareció Nicolás Petro en los balconazos que hacía su papá en el Palacio de Liévano durante su Alcaldía transmitidos por su buen amigo Hollma Morris y desde donde se defendía de los ataques del entonces Procurador Alejandro Ordoñez.
En ese momento, uno de los más cercanos colaboradores de Nicolás Petro fue Máximo Noriega, punta de lanza del petrismo en Atlántico. En 2013, costeño como una carimañola, aterrizó en Bogotá. Petro trajo a Noriega en agradecimiento a todo el apoyo que desde la época del M-19 le brindó de manera incondicional. En la Alcaldía, le dio el cargo de Director del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal que ocupó durante dos años hasta que se le acabó el periodo a Petro en 2015.
Las acusaciones de malos manejos fueron varias. Una de ellas era que Noriega no vivía en Bogotá, que lo manejaba todo a control remoto desde su casa en Barranquilla y solo venía a Bogotá una vez a la semana.
Antonio Hernández, quien lo reemplazó en la época de Enrique Peñalosa, se refirió a la gestión de Noriega y la llamó una cuna de politiquería: “Me dijo la gente de planta que estaba usando el IDPAC para pagar favores políticos. Había muchas personas de origen costeño que, por supuesto, no tiene nada de malo, sino que llegaban por un par de meses con un contrato de prestación de servicios y no se sabía qué tareas tenían, ni se la pasaban en Bogotá”, explicó el exdirector Hernández, quien precisó que detrás estaba la aparente pretensión de Petro por “aceitar la maquinaria política de la Costa”.
De la mano de Máximo Noriega, Nicolás Petro aterrizó en la Alcaldía de su papá. Sin embargo, en 2014 salió por la puerta de atrás. En ese momento, era un joven de 28 años que usaba su apellido para ejercer influencia. Según un testimonio dado a La Silla Vacía: “el pelado (Nicolás) se valía de su apellido para hablar con funcionarios y Petro es muy celoso con eso. Lo sacó de una”.
Nicolás, quien muy solícito, organizó marchas a favor de su papá en la Alcaldía y terminó enredado con denuncias sobre contrataciones irregulares. En ese momento, Gustavo Petro harto y siendo Alcalde, le pidió por primera vez a la Fiscalía que investigara a su hijo.
Nicolás Petro regresó a Barranquilla e intentó hacer de su nombre un partido. El pecho se le creció y Máximo Noriega fue su padrino político. Lo convenció de que se lanzara a la Gobernación del Atlántico en 2018 y sacó una campaña publicitaria llamada Plata-No.
Los votos no le alcanzaron y solo llegó a Diputado. Entonces, apareció la campaña presidencial de Gustavo Petro para 2022 y después de que su papá asumió la Presidencia, su esposa Daysuris Vásquez, con quien aún está casado, mostró evidencias de que Nicolás Petro recibió cerca de 1.000 millones de pesos de personajes polémicos como el mismísimo Gabril Hilsaca, conocido como el Hombre Marlboro.
En los chats que ha mostrado el fiscal Mario Burgos para acusar a Nicolás Petro de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, se ha dejado ver la cercanía que ha tenido Máximo Noriega con la pareja hasta el punto de ser una especie de consejero sentimental e intermediario económico de Day Vásquez. Esta amistad se remonta a los años en la Alcaldía de Gustavo Petro en donde su hijo Nicolás mostró de qué estaba hecho.
