En Pasto, Pedro Vicente Obando, después de haber vivido una campaña de dolores de cabeza, traspiés por errores cometidos por sus asesores, sale avante en su intención por alcanzar la primera magistratura del municipio capital. Él y su equipo se encuentran sorprendidos por la cantidad de votos que logró concitar su candidatura: 123.194, equivalentes al 73.60 % del total de sufragantes, y al 44.3 % del potencial que fue de 278.448.
La candidatura tuvo una historia. En diciembre, el exrector de la Universidad de Nariño declinó su aspiración como candidato a la alcaldía por el Polo Democrático Alternativo, después apareció una encuesta en la que le daba la favorabilidad, y fue cuando inició una campaña de recolección de firmas, por el Movimiento Ciudadano. Fue exitosa pero la Registraduría, a usanza de una demanda de los adversarios, a pocos días de las elecciones, determinó que la recolección no lograba pasar el umbral. Sin embargo, al final, después de los recursos interpuestos, el ente electoral aceptó la colecta de firmas. La votación obtenida el 25 de octubre sobrepasó en un 100 % el número de firmas, dejando regado al candidato oficial, avalado por Cambio Radical y apalancado por la actual administración. Muchos ciudadanos aplicaron el voto de protesta contra una administración que había elevado exageradamente el impuesto predial, la valorización y el haber puesto en venta a la empresa de Acueducto y Alcantarillado EMPOPASTO.
Merece, punto aparte, el respaldo que en el camino le dio la mayoría de parlamentarios a excepción de dos que estuvieron con Gustavo Núñez, candidato de Cambio Radical.
Indiscutiblemente el voto de opinión y el de protesta contra una administración autoritaria, privatizadora y sospechosamente vinculada al llamado "cartel de la gasolina" fue el que determinó la victoria de Obando.
Al contrario de Pedro Vicente Obando, la candidatura de Camilo Romero a la gobernación de Nariño nace como producto de una coalición de diez parlamentarios denominada Somos Nariño. La misma contó con el apoyo de la administración departamental, que invirtió más de 200 mil millones de pesos de regalías en los 64 municipios, para que los alcaldes contrataran obras con oferentes únicos, y de contera recibir el apoyo de los burgomaestres para la candidatura de Romero.
La campaña logró obtener 329.324 votos de los cuales 50.616 son del Partido Verde, al cual pertenece el candidato, y el resto, por supuesto, los pusieron sus aliados. En términos de porcentajes, la votación es el 30.70 % del potencial electoral y el 52.45 % del total de votantes.
Al gobernador electo le tocará asesorarse muy bien para que sus aliados, viejos zorros de la politiquería regional, lo dejen gobernar, si se tiene en cuenta que de los 14 diputados 11 son de la coalición de la cual uno solo es del Partido Verde.
Tanto a los alcaldes como a los gobernadores les tocará gobernar en un período bastante interesante como es el postconflicto y en Nariño, en particular, se necesitará de una administración muy eficiente y creativa, puesto que los problemas que ha dejado la violencia y las secuelas, son bastante graves.
Por ahora, esperemos a que gobiernen bien, administren bien los recursos y que sean gobernantes de todos los ciudadanos.
