Tal como hicieron el año pasado, la revista Forbes publicó su tradicional ranking de las 100 mujeres más poderosas del país, en el cual tratan de reconocer a aquellas que, además de tener un gran liderazgo, sean una inspiración para futuras generaciones. En esta clasificación aparecen personalidades de todos los sectores como el entretenimiento, el deporte, la política y, especialmente, el empresarial. Algunas son viejas conocidas que ya son fijas a la hora de recibir este tipo de distinciones. Tal es el caso de cantantes como Shakira o Karol G o de actrices como Sofía Vergara, pero también son constantes dos mujeres que trabajan en un lugar al que muy pocos pueden aspirar a llegar, la NASA.
Ellas son Adriana Ocampo y Diana Trujillo, la primera de 69 años y la segunda de 43. Las dos llegaron a la agencia espacial de los Estados Unidos siguiendo caminos bastante diferentes, pero se han hecho un nombre hasta convertirse en científicas con mucha relevancia dentro de esa comunidad.
Por un lado, Ocampo se crio en Buenos Aires y rápidamente emigró a Norteamérica, donde tuvo la oportunidad de realizar un voluntariado en el ‘Jet Propulsion Laboratory’ que terminó siendo el punto de partida para lo que es hoy en día, la directora del programa Nuevos Horizontes de la NASA con un asteroide bautizado en su honor; por el otro, Trujillo salió de Colombia en busca de oportunidades y su entrada a la agencia terminó siendo más cosa del azar.
De Cali a Marte
Ese es el nombre que utiliza Diana Trujillo en sus redes sociales y no podría ser más cercano a la realidad. En tiempo récord pasó de llegar a Estados Unidos sin saber una gota de inglés a ser la primera hispana en ser aceptada en la Academia Espacial de la NASA. Dio de qué hablar en 2021 cuando hizo parte del equipo que llevó el explorador 'Perseverance' a Marte y recientemente se convirtió en directora de vuelo del Centro de Control de Misión del Centro Espacial Johnson de la NASA, siendo también la primera persona latina en lograrlo.
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