Próximos a cumplir los primeros 40 años desde cuando fue aprobada por la Asamblea de Antioquia la Ordenanza número 22, que fue la que le perfiló sus pantalones largos al entonces corregimiento de El Bagre, aprovechamos la tregua del confinamiento para dialogar con la única persona que en estas cuatro décadas ha sido elegida dos veces para regir los destinos de esta cabecera del Bajo Cauca antioqueño.
Se trata de Héctor Darío Velasco Vargas —ingeniero metalúrgico de la Universidad Nacional de Colombia, tecnólogo en Construcciones Civiles del Politécnico Jaime Isaza Cadavid, egresado de la ESAP en Gestión Pública y con un diplomado en Astronomía de la Universidad de Antioquia, única en esta especialidad— quien conserva en su memoria aquellos años cuando fue invitado a participar en un debate electoral que era inédito en la historia política colombiana, por la razón elemental de que se trataba del primer ejercicio de este alcance que se ponía sobre la mesa, gracias a la tenacidad del entonces presidente Belisario Betancur Cuartas, quien se murió convencido que nuestras diferencias no se solucionan a balazos sino a punta de palabras y de razones.
Dice que el hecho de haber tenido la oportunidad de haber dirigido el destino administrativo del municipio de El Bagre durante cinco años; la primera de ellas en el primer periodo de alcaldes elegido por votación popular, cuyo período abarcó las fechas desde el primero de junio de 1988 hasta el 31 de mayo de 1990, como también en el primer periodo de este siglo, es decir, desde el 1 de enero del 2001 hasta el 31 diciembre del 2003, deja un denotado cúmulo de experiencias en todos los ámbitos que concurren en lo político, administrativo, social y económico de esta municipalidad.
Llegó al cargo con la sola experiencia acumulada en el campo técnico y cero en el área política, pese a las vicisitudes tenidas en el orden departamental, ya que en su primer período vio pasar por la Gobernación de Antioquia a cinco gobernadores, a saber: Fernando Panesso Serna, Antonio Roldán Betancur, Helena Herrán de Montoya y a Gilberto Echeverry Mejía, lo cual enseña la inestabilidad política de ese entonces y en lo local darse la conformación de dos concejos paralelos, uno que sesionaba de día, otro de noche y el acantonamiento de un considerable número de unidades militares en ese entonces, debido a la siempre crítica situación de orden público en la región. A pesar de todo logró en medio de esta coyuntura, hacer algunas obras y realizar programas culturales en procura de atenuar en algo la situación emocional de la comunidad y dar cumplimiento al programa de gobierno presentado a los electores.
En ese orden de ideas para el primer periodo, en donde contó con un relativo escaso de tiempo para gobernar, el mayor logro consistió en llevar el tendido de redes eléctricas a los corregimientos de Puerto Claver y Puerto López, con programas cofinanciados con el desaparecido Plan Nacional de Rehabilitación a través de EADE y dar apoyo a todas las veredas en sus necesidades más prioritarias. En la cabecera municipal se adelantó un programa de pavimentación con placas rígidas y adoquinado en el sector central de El Bijao, el tramo que conduce al aeropuerto y los barrios Casas Rojas y la loma del 20 de julio. Además, se produjo la demolición y la construcción del puente próximo al cementerio y la construcción de una considerable cantidad de pontones tipo boxcoulbert en sitios de los barrios con tránsito sobre caños.
Destaca la construcción y mejoramiento de instalaciones de Instituciones educativas, con énfasis en las dos Instituciones de El Bijao y la creación de las Empresas Públicas de El Bagre y dentro del campo cultural fue el promotor de la Semana Cultural con participación de Grupos musicales de toda Colombia, desde los Llanos orientales, Santander, Antioquia, representados en la Banda San Pacho del Chocó, Totó La Momposina, Alejo Durán, Enrique Díaz, Los Marinillos, los Canchimalos y el maestro Gustavo Gutiérrez Cabello, que este sábado llegó a sus 80 años de edad.
Para el segundo mandato, el ingeniero Velasco Vargas destaca el apoyo de las entonces Mineros de Antioquia con el fin de conseguir tres terrenos, uno donde se construyó el Centro Administrativo Municipal, la nueva sede de la alcaldía, el de la pista del aeropuerto y el del frente de Los Guaduales. Así fue como se diseñó y se construyó la sede de la Alcaldía, el recorte de la pista de aterrizaje en su cabecera norte, la pavimentación de la misma con el apoyo del gobierno nacional y su programa Vías para La Paz. De igual manera hizo referencia a la consecución de tres kilómetros de tubería a través de Ecopetrol, utilizada para el refuerzo y la estabilidad de la vía paralela al rio Nechí, en el sector de Bijao; la pavimentación de la calzada desde la cabecera norte del aeropuerto hasta Los Guaduales, hoy Base Militar. la compra del lote y la construcción de batería de canchas de microfútbol, tejo y otras, contigua al polideportivo. Los estudios de factibilidad de generación de energía eléctrica con microcentral en el Salto del Perico, captación de agua para el acueducto municipal, ambos con conceptos no favorables y cotización del caño Laureles, hechos por la firma Integral Ingenieros Consultares. Allí también se ejecutó el mantenimiento de las vías terciarias desde El Bagre a Puerto Claver, Puerto López y la asistencia en lo esencial a ambos corregimientos y veredas.
En esos tres años, y al entrar en vigencia la ley 617 de 2000 que ordenaba la reestructuración administrativa, se adelgazó la nómina municipal con retiro consentido de muchos trabajadores e indemnizados de acuerdo a la ley, situación que demandó gran cantidad de recursos para asistir al pago de las liquidaciones generadas con mengua de consideración para presupuesto de inversión.
Hay un tema que hoy nos llama la atención por los alcances económicos, políticos y sociales que tiene, y es la pregunta de sí a El Bagre le ha convenido haber sido municipio a lo largo de estos años, cuando muchos de sus habitantes se lamentan a diario de la falta de desarrollo, muy a pesar de los ingresos económicos que se muestran en los anuarios estadísticos. Sobre ello habrá que decir que eso ha dependido de la capacidad de gestión de los mandatarios de turno, muchos de los cuales se han dormido en los coposos laureles y no desplegaron esas capacidades para llegar a las instancias del gobierno nacional para desarrollar sus obras.
En ese aspecto, el exacalde Héctor Darío dice que en general sí, más el municipio no obstante tener un considerable crecimiento en la parte física, su desarrollo no guarda proporción con el mismo, toda vez que las consecutivas administraciones no cuentan con los recursos suficientes para atender la demanda que se deriva del crecimiento de una población flotante que le llega del sur de Córdoba, Bolívar y Sucre, que normalmente no pasa sino que llega y se asienta, lo cual genera un permanente déficit en la prestación de los servicios básicos de Salud y Educación, como también en el aspecto del comportamiento social dada la ausencia de una cultura ciudadana ya que no se adelantan programas que procuren la conservación y el mejoramiento de los espacios públicos como de transporte y tránsito.
No solo El Bagre crece, todos los pueblos crecen, unos más otros menos, es una tendencia en el contexto actual del mundo, mas es esperable que este sea armónico y compatible con las vocaciones económicas de sus territorios. El Bagre, al estar localizado en un territorio con vocación minera, debe propender por el ejercicio normado de esta actividad con énfasis en desarrollos mineros de veta o filón hechos de manera empresarial, asociativas o cooperativizados con observancia de normas ambientales, en la parte que corresponde a su territorio colindante con los municipios de Santa Rosa del Sur y Montecristo en el departamento de Bolívar y Segovia, dado que en tiempo no lejano, se percibe que tanto la operación aluvial hecha por Mineros S.A. y en general de toda la actividad minera aluvial no empresarial allí presente, tiene tendencia a desaparecer por agotamiento de reservas, lo cual de manera significativa afectará su presupuesto y simultáneamente concebir proyectos de tipo agroforestal que de manera alguna vaya supliendo la desaparición de actividad minera.
Al fin, el municipio cuenta con una apreciable extensión territorial que sabiéndolo aprovechar, de acuerdo a la clase de suelos presentes, tiene potencialidad para dinamizar su economía como la generación de empleo básico y rural. Es imprescindible que toda administración para el mayor logro de sus programas y proyectos, se rodee de un cuerpo o grupo de profesionales idóneos, competentes y comprometidos en cada área específica, para que de manera permanente elabore y presente proyectos ante los diferentes ministerios y secretarías, toda vez que la línea de cofinanciación es una buena cantera para consecución de recursos que apalancan el progreso de los municipios.
Ahora bien, a la actual administración le cayó la pandemia y esperamos que esa no sea la excusa para no cumplir con su plan de desarrollo para estos 40 años de municipalidad.
