Aunque los Food Trucks (camiones de comida) se inventaron en 1886, como una alternativa para abastecer de carne y frijoles a los vaqueros de paso en el desierto Texano, a Colombia no llegaron sino hasta finales de 2012. Bogotá es la ciudad que mayor número de ellos alberga y el chef Mariano Moreno, que hoy dirige la asociación colombiana de food trucks, fue quien trajo el primero. En 2013 fueron más personas las que se animaron a replicar esta iniciativa que en las grandes ciudades de Estados Unidos son un éxito, pues se trata de una tendencia comercial que hace presencia en cada calle.
Básicamente son furgones acondicionados como cocina para preparar una amplia gama de platos. Comida italiana, perros calientes, pizzas, postres, shawarmas, kebabs y demás platos pueden encontrarse en estos camiones. Cada uno elige en qué comida se especializa, pero todos tienen en común que brindan alternativas prácticas para quienes van de tránsito hacia su lugar de trabajo o estudio y no cuentan con mucho tiempo para comer. La adaptación de un camión para convertirlo en food truck puede costar entre 40 y 100 millones.
Necesitan también de un generador de energía que mantenga todos los servicios activos. Ofrece la ventaja de tener flexibilidad de espacio y evitar un arriendo. Además, es posible trabajar en eventos como bazares y fiestas. En Bogotá se les puede encontrar en espacios privados como parqueaderos o itinerando entre las calles de la ciudad pues aún no hay una legislación clara que los regule. El norte de la ciudad es la zona donde más se les puede encontrar, siendo el parque El Virrey, la calle 85, el Parque de la 93 y la Zona T los lugares predilectos.
Por lo general son atendidos por sus propietarios, que suelen ser jóvenes emprendedores quienes vieron en la comida sobre ruedas una gran alternativa, pues alrededor de estos camiones hay toda una cultura que está tomando fuerza en el mundo. Instagram, twitter y facebook son su principal medio de publicidad, pues al tratarse de empresarios pequeños no hay posibilidad de pautar en grandes medios. Igualmente tienen la posibilidad de informar a sus seguidores cuándo y dónde van a estar pues son itinerantes y su ubicación varía. A veces se congregan en parques o sitios específicos los fines de semana, para así brindar la posibilidad a la gente de probar diferentes tipos de comida sobre ruedas.
Los Food Trucks se caracterizan además por haber realzado la calidad de la comida callejera. Muy atrás ha quedado la leyenda de la hamburguesa de perro perdido, pues ofrecen platos con toques gourmet dignos de cualquier restaurante. Inclusive, hay chefs como Nicolás de Zubiría quienes le han apostado a este tipo de iniciativa. Bacon Street, I ♥ Choripan, El vagabundo, Amano Catering, Gorila Fusión, Frank y Patacón Pecao son algunos de los casi 40 food trucks que ruedan por Bogotá. El Vagabundo, por ejemplo ofrece sánduches artesanales con recetas de todo el mundo y una colombiana, e inclusive un sánduche de helado. Frank, ofrece hamburguesas y perros calientes preparados con carne Koller y panes artesanales. Así hay toda una alternativa gourmet rodando por las calles de la ciudad.
Como es imposible saber dónde está el food truck más cercano, el ingeniero Rafael Romero creó la aplicación Bogotá Food Truck, que puede descargarse para contar con un mapa en donde cada food truck muestra su comida, ubicación y horario.
