Este 26 de junio será inolvidable, será un viernes para recordar y conmemorar a un equipo valiente, con errores y fortunas, un plantel que no flaqueo y lucho hasta el final. Es cierto que no jugamos con temperamento el primer tiempo, es también razonable que no se tuvo el equipo pensado, que Pékerman no pensó durante sus partidos amistosos y sus constantes viajes a la Argentina, que alguna vez Santiago Arias tendría que jugar de volante y que por segunda vez en esta Copa América tocaría decirle a Ibarbo que lo importante no era marcar goles, sino marcar al rival, no dejarlo jugar, no dejarlo marcar un gol.
Es inolvidable esta nueva versión de la Copa América, es cierto que los delanteros no fueron los goleadores, que nuestro nuevo central fue el único que pudo festejar un gol durante estas semanas, que no es el mismo equipo de hace un año y que seguramente se vendrá una reforma en nómina, en conceptos y en mentalidad para estos jugadores que buscarán incasablemente la clasificación a un nuevo mundial.
¿Cómo olvidar la noche de Ospina? ¿Desmeritar lo hecho por Murillo tras fallar el penal? ¿Negar el talento de James? ¿Olvidar a Falcao? Lo cierto acá, es que el mentor, el guía, es un hombre que se ha entregado ha este plantel, que siempre se negó a dirigir una selección diferente a la suya, pero que por cosas de la vida, por cosas del corazón, aceptó el reto de ser el técnico de Colombia, de una tierra que le brindó al amor de su vida y a la niña de sus ojos. Es Pékerman el personaje a admirar, es a quien se le debe reconocer este partido, y por supuesto, en gran manera, esta campaña, que pronto cumplirá un aniversario más.
¿Y vieron sus lagrimas? Hoy no fue James, hoy no solamente fuimos nosotros, hoy también Pékerman demostró que llorar genera fastidio y tristeza, que los cinco centavos para el peso están cerca, que la fortuna nos acompaña de alguna manera, pero que por cosas del fútbol no estamos preparados para tanta celebración junta.
Muchos culparán a Muriel, a la falta de ritmo de muchos jugadores, a la ausencia de volantes y la gran cantidad de delanteros que se convocaron, todos buscarán culpables, todos hablaremos del gran partido, que sin terminar 5-0, fue un partido donde el mejor jugador de la historia, no nos pudo marcar... lo recordaremos.
La técnica y la fama jamás son suficientes, vuelve hacer una derrota con síntomas de victoria. Ustedes no se preocupen, este hombre ya sabe lo que es ganarle a Brasil y empatarle a la Argentina fuera de casa, pero también sabe por qué perdió ante Venezuela y empató con Perú. Hoy ganó el maestro y perdió el alumno, fue más garra que táctica, y por cosas del fútbol, el que continua en guerra se llama Leonel Messi, pero quien deja seguridad se llama José Pékerman.
Vamos para Rusia 2018, eso si, se necesitan nuevas caras, probar laterales y uno que otro volante, mejorar la falta de gol y aumentar los tiros a puerta. Por el contrario, tenemos Arquero y centrales de sobra, esto ya casi comienza y tenemos que empezar a trabajar en ello.
Juan Pablo Gómez Uribe
En Twitter: @JuanUribeFutbol
