Según fuentes federales de México, el capo de capos ha estado muy tranquilo. Habla pausado y con el marcado acento de Sinaloa. Confesó que ha mandado matar a más de 2000 personas. De haber pagado una cuantiosa suma de dinero para planear la muerte de su enemigo el narcotraficante Ramón Arellano. Que sus socios los temidos hermanos Beltrán Leyva, del cartel de Tijuana, fueron quienes lo escondieron cuando se escapó de la cárcel, pero que se fue en guerra con ellos porque descubrió que lo querían matar. Finalmente afirmó que la fortuna que le indilga la prestigiosa revista Forbes es solo un mito y que él no tiene ni de cerca los mil millones de dólares que ha revelado dicha publicación. Los abogados del Chapo interpusieron un recurso que podría demorar un año su extradición a Estados Unidos.