Los incendios forestales provocados por la sequía asociada al Fenómeno de El Niño, en los cerros que rodean a Bogotá, lograron ser controlados tras tres meses de intensa actividad que devastó cientos de hectáreas de vegetación. Inmediatamente, las consecuencias empezaron a sentirse, evidenciando una necesidad latente de estar mejor preparados para estas situaciones.
A pocos meses de asumir su cargo como nuevo alcalde de la capital colombiana, Carlos Fernando Galán anunció el inicio de un plan de racionamiento de agua en la ciudad (la cual alberga poco más de siete millones de habitantes), producto de los preocupantes bajos niveles en los embalses que les suministran a los capitalinos el vital líquido.
El racionamiento comenzó el 20 de abril y se prevé que se prolongue hasta octubre de este año, pero, nada es seguro cuando existe una dependencia de las condiciones climáticas. Sin embargo, en el país ya se puede utilizar tecnología capaz de ayudar a predecir y a tomar decisiones basadas en datos, como lo son los Sistemas de Información Geográfica (SIG).
Lo dijo Jack Dangermond, presidente de Esri, el líder mundial en tecnología (SIG) durante un evento del Washington Post Live, "los mapas son un lenguaje y se han utilizado para entender y para predecir múltiples variables desde hace miles de años. Ahora, se están volviendo digitales. Esto está ayudando a las personas a comprender y actuar de maneras increíbles".
Fueron estos mismos mapas y análisis geográficos los que guiaron a la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos de Desastres (UNGRD) y al IDEAM a saber dónde ocurrían los incendios, cuál era la dirección de los vientos y los puntos de calor en el país para predecir y prevenir la propagación de más incendios durante el primer trimestre del año.
Los efectos del cambio climático son reales en la naturaleza y claramente visibles a medida que se desarrollan a nivel mundial, en especial vemos un incremento de su repercusión en las poblaciones y en la economía global. En este sentido, la cartografía y el análisis se están convirtiendo en elementos cruciales para comprender y anticipar los riesgos que suponen estas amenazas, especialmente por su asociación con lugares concretos, destacó Vanessa Guzmán, gerente de Sostenibilidad de Esri Colombia, quien ha sido testigo de cómo las distintas organizaciones públicas y privadas del país se han apoyado en información geográfica para hacer uso eficiente de los datos y tomar mejores decisiones.
La geografía es clave para la resiliencia climática. Los efectos de un clima cambiante que alteran la vida son inherentemente geográficos. Los riesgos, los impactos y las soluciones existen en lugares específicos y requieren una resolución de problemas basada en la ubicación. De ahí que toda la información generada desde los distintos organismos debe basarse en datos actualizados que permitan prevenir, mitigar y dar respuestas acertadas.
"Para los responsables de la toma de decisiones que se enfrentan a grandes cantidades de datos y para agendas que compiten entre sí, los SIG pueden ser un poderoso terreno común, porque ayudan a exponer riesgos ocultos o a responder preguntas novedosas como; dónde invertir miles de millones en nuevos fondos", dijo Dangermond.
Los organismos requieren quedarse con datos clave que generen valor y oportunidad en la toma decisiones, del tipo que proporciona confianza en el cumplimiento de los objetivos. Es ahí donde los SIG se convierten en un creador y en un consumidor de buenos datos, con herramientas para almacenarlos, procesarlos, analizarlos, disponerlos y visualizarlos y, en consecuencia, le proporcionan a las organizaciones la mayor de las ventajas competitivas: la inteligencia de la ubicación.
"Las batallas sobre política y ciencia, empañadas aún más por una avalancha de datos, hacen que los mapas digitales sean aún más cruciales. Para una crisis a la que no le importan las fronteras políticas, es imperativo que ese tipo de pensamiento y colaboración en torno al clima se extienda por todo el mundo", sentenció Dangermond, al tiempo que reforzó la idea de que los SIG trascienden la polarización del mundo porque se basan en la ciencia básica de la geografía.