La educación en emergencias se define como la provisión de oportunidades de aprendizaje en situaciones de crisis, tales como conflictos armados, desastres naturales, desplazamientos masivos o epidemias, que interrumpen el acceso regular a la educación (INEE, 2010). En estos contextos, la educación no solo actúa como un derecho fundamental, sino también como un mecanismo esencial para la protección, el apoyo psicosocial y la promoción de la resiliencia entre las poblaciones afectadas. La educación en emergencias busca garantizar que todas las personas, especialmente los niños y jóvenes, tengan acceso a una educación segura, inclusiva y de calidad durante y después de la emergencia, abordando tanto las necesidades inmediatas como las de largo plazo. Este enfoque es fundamental para reducir la vulnerabilidad, prevenir el abandono escolar y facilitar la recuperación y estabilidad de las comunidades afectadas (INEE, 2010).
En Colombia, un país afectado por décadas de conflicto armado interno, desplazamientos forzados y desastres naturales, la educación en emergencias adquiere una relevancia especial. En este contexto, es crucial adoptar enfoques educativos que no solo aseguren la continuidad del aprendizaje durante situaciones críticas, sino que también promuevan la inclusión social y la cohesión comunitaria.
En este contexto, las Comunidades de Aprendizaje representan una propuesta de transformación educativa que tiene como objetivo mejorar los resultados académicos y sociales de todos los estudiantes a través de la implementación de Actuaciones Educativas de Éxito (AEE) (Flecha, 2015). Estas comunidades están respaldadas por la evidencia científica del proyecto INCLUD-ED, una de las investigaciones más significativas en Europa sobre la educación y su papel en la inclusión social y la cohesión (Flecha, 2015).
Las AEE son estrategias pedagógicas que reorganizan los recursos existentes tanto en los centros educativos como en la comunidad para mejorar la experiencia académica de todo el alumnado, evitando la segregación y maximizando las oportunidades educativas para todos (INCLUD-ED Consortium, 2011). Entre estas actuaciones se incluyen los grupos interactivos, las tertulias dialógicas, la formación de familiares, la participación educativa de la comunidad, el modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos, y la formación dialógica del profesorado (INCLUD-ED Consortium, 2011).
Los grupos interactivos promueven el aprendizaje cooperativo a través de la colaboración de estudiantes de diferentes niveles y voluntarios, lo cual mejora significativamente la interacción social y el rendimiento académico (Morlà-Folch et al., 2022). Esta actuación es especialmente relevante en situaciones de emergencia en Colombia, donde la diversidad de niveles educativos y la falta de recursos son desafíos comunes. Al permitir la participación de voluntarios, incluyendo padres y miembros de la comunidad, se pueden suplir las carencias de personal docente y se asegura que los estudiantes continúen recibiendo apoyo educativo.
Las tertulias dialógicas, que fomentan el aprendizaje basado en el diálogo y la reflexión crítica a partir de la lectura de textos, pueden ser una herramienta poderosa en contextos de emergencia. En situaciones donde los estudiantes enfrentan altos niveles de estrés y ansiedad, estos espacios proporcionan un entorno seguro para expresar sus experiencias y continuar aprendiendo de manera significativa (Flecha, 2015). Además, estas tertulias ayudan a fortalecer la resiliencia emocional, un aspecto clave en la recuperación tras eventos traumáticos.
La formación de familiares y la participación educativa de la comunidad son esenciales en emergencias, ya que permiten extender el apoyo educativo más allá del aula y fortalecer los vínculos comunitarios. En Colombia, donde muchas comunidades afectadas por la violencia o los desastres naturales carecen de acceso a recursos educativos formales, capacitar a los familiares y movilizar a la comunidad puede ser una estrategia efectiva para mantener la continuidad del aprendizaje y promover la cohesión social (INEE, 2010). La formación de familiares no solo en contenidos educativos, sino también en estrategias de apoyo emocional y resiliencia, puede marcar una diferencia significativa en la continuidad educativa y en la capacidad de las familias para afrontar la crisis.
El modelo dialógico de prevención y resolución de conflictos también es particularmente relevante en el contexto colombiano, donde el conflicto armado y la violencia han dejado cicatrices profundas en las comunidades. Este modelo utiliza el diálogo como herramienta principal para la convivencia y la resolución pacífica de conflictos, contribuyendo a crear un ambiente educativo seguro y cohesivo. Esto es fundamental para las comunidades que buscan superar un pasado de violencia y construir una cultura de paz y respeto mutuo (INCLUD-ED Consortium, 2011).
La formación dialógica del profesorado se centra en la capacitación continua y colaborativa de los docentes basada en la evidencia científica y la práctica reflexiva. Esta formación es crucial en emergencias, donde los docentes deben adaptarse rápidamente a nuevas modalidades de enseñanza, como la educación a distancia o la enseñanza en entornos temporales. En Colombia, donde los desafíos educativos en situaciones de emergencia incluyen tanto la falta de recursos como las dificultades de acceso, la formación continua del profesorado asegura que los docentes estén preparados para manejar estas complejidades y proporcionar un apoyo más integral a sus estudiantes (Flecha, 2015).
Las Actuaciones Educativas de Éxito, respaldadas por la evidencia del proyecto INCLUD-ED, ofrecen un marco efectivo y adaptable para enfrentar los desafíos de la educación en emergencias. Estas estrategias no solo aseguran la continuidad del aprendizaje, sino que también abordan las necesidades específicas y diferenciales de los estudiantes en situaciones de crisis, promoviendo un entorno educativo inclusivo, seguro y resiliente. Las Normas Mínimas de la INEE refuerzan la implementación de estas actuaciones, proporcionando un marco que asegura que las respuestas educativas sean integrales, participativas y centradas en el bienestar y la protección de todos los estudiantes (INEE, 2010).
Referencias
Flecha, R. (2015). Successful educational actions for inclusion and social cohesion in Europe. Springer Publishing Company.
INEE (2010). Minimum standards for education: Preparedness, response, recovery. Inter-Agency Network for Education in Emergencies.
INCLUD-ED Consortium. (2011). Actuaciones de éxito en las escuelas europeas.
Morlà-Folch, T., Davis, A. I. R., Cuxart, M. P., & Valls-Carol, R. (2022). Synthesis of the impacts of successful educational actions on student outcomes. Educational Research Review, 37, 100482.