La Policía Nacional ha modernizado en los últimos años sus sistemas de interceptación de comunicaciones facilitando la intromisión masiva en la privacidad de ciudadanos y periodistas. Los múltiples abusos en el uso de estos mecanismos por parte de la inteligencia en Colombia llamaron la atención de la organización de derechos humanos británica Privacy International quienes a través este informe titulado Un estado en la sombra: vigilancia y orden público en Colombia (.pdf) documentan la forma en que operan los programas que se utilizan para interceptar redes de telefonía local, celular, correos, chats y Whatsapp.
El caso más reciente y más visible en Colombia es el de los periodistas de La FM en cabeza de Vicky Davila quienes han venido denunciado con pruebas los turbios manejos en la policía Nacional que comprometen al general Rodolfo Palomino y al gobierno Santos. Los periodistas de La FM son víctimas de seguimientos e interceptaciones a sus comunicaciones personales y deben vivir bajo el rigor de un robusto esquema de seguridad.
La Fundación Karisma que también reproduce el informe llama la atención de los miembros de la Comisión de Seguimiento a la Ley de Inteligencia –único órgano que tiene alguna capacidad de control sobre esta actividad– los congresistas Jimmy Chamorro, Paola Olguín, Carlos Fernando Galán, Miguel Barreto y Tatiana Cabello.
El informe revela a través de documentos inéditos, la larga historia de desarrollo de diferentes sistemas de vigilancia por parte de agencias de policía y servicios de inteligencia colombianas como la Dipol y la Dijin. Además, explica de qué manera los sistemas de inteligencia en Colombia interceptan las comunicaciones de la población común sin que haya una investigación fundamentada para hacerlo.
Entre los datos de la infografía se encuentran:
*Las capacidades de vigilancia de la vieja plataforma Esperanza que se asocia con las chuzadas que hacía el DAS hace años consiste en intervenir físicamente los cables de los teléfonos o plantar micrófonos, por ejemplo. Sin embargo, Esperanza fue ampliamente superada por PUMA.
*PUMA intercepta comunicaciones usando las redes de los intermediarios (ETB, Claro, TIGO, etcétera) y recopila metadatos y contenidos de las comunicaciones que se realizan en Internet, lo que permite obtener mucha más información. Incluso sabemos que esta plataforma fue mejorada para incluir herramientas de control remoto o hackeo. Precisamente PUMA fue engavetado por la fiscalía cuando se estableció que sus capacidades eran amplias y podían ser abusadas.
Pero, la verdadera revelación de Privacy International en 2015 tiene que ver con una plataforma que hasta entonces era desconocida: el SIGD. El SIGD es una plataforma de vigilancia masiva que puede crear patrones, cruzar datos para crear perfiles, buscar personas, números de teléfonos y servidores.
Lo que sabemos es que las capacidades de estas plataformas no responden a las facultades dadas por el marco legal colombiano. En Colombia se distingue entre investigación criminal y labores de inteligencia, en el marco de las primeras se puede hacer interceptación de comunicaciones, mientras que en el caso de las segundas esa facultad no existe. Mientras Esperanza y PUMA son plataformas tecnológicas que están administradas por la DIJIN y vinculadas a la fiscalía para funcionar dentro de los procesos criminales, el SiGD está en cabeza de la DIPOL que tiene funciones de inteligencia y solo puede “monitorear” el espectro. ¿Qué significa monitorear? Es uno de los grandes vacíos de la ley, y es importante pues define el alcance de la inteligencia en Colombia. Por eso cuando Julio Sánchez Cristo en la entrevista menciona que a Vicky Dávila se la estaba “monitoreando” se equivoca, a la periodista se la vigilaba y en esa actividad había interceptación de comunicaciones. La interceptación de comunicaciones solo es posible en el marco de un proceso penal y con autorización de la Fiscalía y posterior control de un juez.
En suma por una parte la vigilancia masiva es desproporcionada y no está comprobado que sea útil. Por otra es necesario afirmar que las labores de inteligencia deben ser selectivas, excepcionales y por tanto ajustadas a una legislación restrictiva y garantista.
*Privacy International es una organización británica que trabaja en defensa de los derechos humanos, que mira la tecnología de vigilancia presente en el país a la luz de las normas de inteligencia vigentes resaltando las posibles intrusiones a la privacidad por gobiernos y empresas.