Por estos días de indignación nacional por la caída de helicópteros, un avión militar y un par de avionetas que desafortunadamente han dejado una alta cantidad de personas fallecidas, se lleva a cabo en el Congreso un debate con las Fuerzas Militares que tiene como objetivo exponer las inquietudes que se tienen al respecto.
El pasado mes de marzo el señor Jean Claude Bessudo dio a conocer su servicio de helicópteros para llevar a ricos y altos ejecutivos del aeropuerto al centro o al norte de la capital colombiana, obviamente (y con justa razon) salieron varios ciudadanos que habitan esos sectores de la capital a exponer sus preocupaciones de seguridad y contaminacion por ruido en el sector.
Como todo se dio en el norte, y afectando a un sector de la capital de estratos medios y altos, los medios salieron al unísono a exponer también sus preocupaciones al proyecto empresarial de Bessudo; imagínense, tras el ruido generado todas las 24 horas en la capital, tendríamos, además, que fastidiarnos durante el día con helicópteros aterrizando y despegando movilizando su exclusiva clientela.
Pues las personas que habitamos esos barrios donde todo el día pasan las rutas aéreas debemos soportar esos sobrevuelos de aviones viejos, más específicamente los modelos de la Boeing 727 de empresas que prestan servicios de carga, pero allí no hay revuelo en el Congreso, en los medios y en los sectores de estratos altos de la ciudad.
Bueno como esto de quejarse es más apropiado cuando se argumenta, es importante que se enteren que desde el año 1984 la empresa Boeing dejó de de fabricar estos modelos 727. Luego, el más moderno de estos ruidosos aparatos tiene más de 30 años, esperando que los que sobrevuelan la capital sean de los últimos que salieron de la bodega de esta empresa en Seattle.
Con esto no deseo poner en duda la seguridad y el mantenimiento que se llevan a esos aparatos por parte de esas empresas y mucho menos la seguridad aérea, pero expuse mis inquietudes con respecto a estos aviones el pasado mes de marzo por medio de un correo a la Aerocivil, preocupaciones que poseía y que tienen que ver con seguridad y contaminación auditiva por parte de estos aviones 727 sin recibir a la fecha una respuesta por parte de este organismo aéreo. Curiosamente, en mayo en un sobrevuelo de uno de estos Boeing 727, se desprendieron partes de este afectando a barrios de la localidad de Fontibón.
Nuestros gobernantes deben también realizar estos seguimientos y el Congreso debió hacer un debate cuando a este avión se le desprendieron las partes, algo que pasó desapercibido por casi todos los medios: Alcaldía de Bogotá, Gobierno Nacional y Aerocivil. El asunto de fondo no está en reparar tejas o vidrios para un contentillo a los directamente afectados, el asunto de fondo es garantizar la seguridad aérea a toda la ciudadanía. Esperemos que estos debates también se den para mejorar, tomar medidas y así podamos tener una aviación moderna y aún más segura en nuestro país.
Nota:
Es importante resaltar que el transporte aéreo es el más seguro del mundo según estudios estadísticos realizados. Hay una entre 24 millones de probabilidades de sufrir un accidente en avión.
