En el país, durante los últimos 30 años, la mayoría del presupuesto y grandes proyectos económicos, de generación de energía, viales y de construcción de puertos se concentró en el centro, alrededor de Bogotá, los Llanos, Antioquia, el Eje Cafetero y la costa atlántica.
El suroccidente del país fue relegado a esperar, a excepción del Valle del Cauca, al que fuera de las dobles calzadas en la zona plana, tampoco le ha ido muy bien, pues aún no cuentan con la doble vía y el ferrocarril a Buenaventura.
La clase dirigente vallecaucana, la de mayor peso económico y político de la región y con la tercera de ciudad del país, no ha trascendido de las fronteras de su departamento, sin recordar que el gran Cauca, con capital Popayán, abarcó desde el Amazonas hasta Antioquia y los diferentes proyectos de comunicación intermodal deben interrelacionarse para potenciar sus efectos positivos en el desarrollo del campo y los centros urbanos de todos los departamentos de la región, que en su territorio abarca el Pacífico, los Andes y el Amazonas.
Además contiene todos los pisos térmicos y gran variedad de recursos naturales que no se aprovechan racionalmente y son destruidos afectando la supervivencia de gran variedad de especies y de comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y mestizas habitantes de ecosistemas que evolucionaron complementándose y están siendo destruidos por la quema y tala de bosques para que narcohacendados laven dineros pastando ganado, sembrando palma y otros cultivos agroindustriales que benefician a muy pocos.
Algo mejorará el tráfico automotor en el suroccidente colombiano, pero aún falta mucho, con la cesión del contrato al consorcio Hidalgo, por parte de la empresa Nuevo Cauca, que en el gobierno de Santos ganó la licitación para la construcción de la doble calzada Santander de Quilichao-Popayán.
También al reanudarse la ejecución del contrato por cerca de $320.000 millones destinados por Invías, para continuar con la pavimentación de 30 kms en la carretera Paletará-Isnos-Pitalito, que además permitirá mejor comunicación con Villalobos, en la media Bota caucana, situada entre la carretera Pitalito- Mocoa.
Sin olvidar la continuación de obras del anillo vial del Macizo Colombiano, después que en el año 2020, el ELN destruyó la maquinaria que empezó a pavimentar la vía para comunicar a los municipios de Rosas-La Sierra-La Vega-Bolívar-Almaguer.
Está pendiente la reconstrucción de tramos y puentes afectados por los duros inviernos y fallas geológicas, para continuar la pavimentación de la Transversal del Libertador, hacía Tierradentro, comunicando a Totoró, Gabriel López-Inzá-Belalcázar en el Cauca y La Plata, en el Huila.
En el Cauca, el único departamento del Pacífico sin vía al mar, durante varios gobiernos han construido pequeños tramos, desde los municipios de Argelia y El Tambo, buscando llegar, por lo menos hasta López del Micay, para por río desplazarse a Guapi y Timbiquí. Parece que la inaugurarán los narcotraficantes, que siguiendo su trazo por el cañón del Micay, poniendo la maquinaria y sin estudios de impacto ambiental, a lo jeta de cuerpo, adelantan su construcción.
El departamento del Cauca es el que presenta el peor tramo de la carretera Panamericana, pues además del atraso de seis años en el inicio de la construcción de la doble calzada Quilichao-Popayán, hace varios años el actual tramo floreado de grandes huecos, se quedó sin mantenimiento; y ni se diga del trayecto entre Popayán y Pasto, al que poco le han metido la mano, especialmente en el sector correspondiente al Cauca.
Para superar los continuos hundimientos y derrumbes debido a la inestabilidad de la banca entre Timbio y el municipio de Rosas, aún no hay solución para superar la falla geológica de El Romeral, desde que en el gobierno de Lleras Restrepo (1966-1970), le quitaron la partida para la construcción del tramo Timbio-El Estanquillo, destinándola a una vía en otra región del país.
El tramo correspondiente a Nariño, desde Remolinos, está en mejores condiciones; entre Pasto y Chachagui, hay doble calzada en la vía al aeropuerto; a la entrada de Pasto construyeron un túnel que acorta y evita la congestión; y lo más importante: está casi lista construcción de la doble calzada Pasto-Ipiales, que mejora la comunicación con el Ecuador y el puerto de aguas profundas de Manta, por donde llegan equipos que no alcanzan a desembarcar en el puerto de bajo calado de Buenaventura.
Por la profundidad natural de sus aguas, Tumaco sería el sitio ideal para la construcción en el Pacífico colombiano del puerto de aguas profundas que facilite el atraque de grandes buques, pero se requiere que la dirigencia del Valle del Cauca ceda en su regionalismo por defender a ultranza el puerto de Buenaventura, que requiere continuos dragados y sería complementario, para hacer realidad el macroproyecto alrededor de Tumaco, que contempla la construcción de un sistema intermodal de transporte (vial, férreo y acuático) que construyendo un ferrocarril de Tumaco a Puerto Asís, permitiría la comunicación de los océanos Pacífico y Atlántico, a través de las aguas de los ríos Putumayo, Caquetá y Amazonas, para pasando por Manaos, llegar al puerto Belem Do Para, en el Brasil, por donde anualmente exportan al Asia 60 millones de toneladas de soya y otros productos, después de dar la vuelta (que se evitarían) por el canal de Panamá, según lo expuso en la Cámara de Comercio del Cauca y en el Concejo de Popayán, el ingeniero Gerardo Rosero Pérez, egresado de la universidad del Cauca, recogiendo un proyecto esbozado a principios del siglo XX, por el presidente y el explorador de la amazonia Rafael Reyes y que en este siglo podrían cofinanciar los chinos y brasileños.
Sin olvidar el empuje a las vías secundarias que deben pavimentarse, por lo menos hasta las cabeceras municipales que faltan por comunicar en el Cauca, y las vías terciarias, que debrían ser mantenidas por cooperativas de habitantes de las regiones para que los campesinos obtengan ingresos extras y puedan transportar sus cosechas y remesas.
Remate: Ante la negativa a unirse de las empresas de transporte público urbano de Popayán para prestar el servicio con nuevos buses que transitarían por las calles habilitadas por Movilidad Futura, hay que pensar en otras alternativas, como la construcción del tranvía eléctrico, complementario con otros sistemas de transporte, y que podría ser cofinanciado con aportes del gobierno nacional.