No soy periodista, pero quién no ha soñado en algún momento estar parado frente a una cámara, un micrófono, tener un minuto de fama, vivir la intensidad de una sala de redacción o del cubrimiento informativo; pues bien, además de los realities, ahora los ciudadanos pueden jugar este rol o dar a conocer sus denuncias en los canales de televisión mediante la figura de periodismo ciudadano.
Pero ante la competencia informativa de la radio, prensa, televisión, canales internacionales y las redes sociales; los medios han tenido que recurrir a estructurar y reinventar sus espacios, especialmente los de opinión para competir y ganar audiencia.
Una de estas propuestas es el programa periodístico “4 Caminos” de canal RCN, que dirige Diego Fajardo, que tiene una sección denominada: “200 horas de periodismo de inmersión”, realizada por la periodista Diana Salinas.
¿Pero qué es el periodismo de inmersión? Es cuando un reportero narra unos hechos, no solo siendo testimonio de estos sino viviéndolos bajo su propia piel. Para esto el periodista se sumerge o se introduce plenamente en un determinado hecho, actividad, acción o circunstancia, durante un determinado tiempo, para después contar su experiencia bajo una perspectiva personal. Sea cual sea el género o la forma de reportaje para informar o denunciar un hecho, los periodistas tienen la responsabilidad de contrastar las fuentes, consultar datos, cifras y estadísticas. A continuación doy a conocer una rectificación enviada al director del programa: “4 Caminos” por el manejo dado a mis declaraciones en la sección: “200 horas de periodismo de inmersión” que realizó la periodista Diana Salinas bajo el título: “Los dueños de la calle”. Adicionalmente, el caso ha sido enviado a la defensora del televidente del Canal RCN.
Señor
Diego Fajardo
Director de 4 Caminos
Canal RCN
ASUNTO: Solicitud de rectificación
Reciban un cordial saludo
En atención al asunto en mención, mediante la presente, le hago llegar una rectificación a raíz de la información emitida (el pasado 15 de Noviembre de 2015 en el Canal RCN) en el programa 4 Caminos que usted dirige, en la sección: “200 horas de periodismo de inmersión” que realizó la periodista Diana Salinas bajo el título: “Los dueños de la calle”.
En dicha sección se realizan diferentes afirmaciones calumniosas, que faltan a la verdad, y que además fueron recogidas mediante las redes sociales afectando la imagen del Instituto para la Economía Social-IPES y de su director general, Camilo Gómez Castro.
En la nota periodística se cita:
- La presentadora Silvia Corzo, para enviar el informe, indica: “Los espacios callejeros tienen dueño”.
Con esta introducción se intuye o se cree que la columna vertebral (un premisa básica del periodismo de inmersión es la denuncia) es dar a conocer cómo se mueven o actúan las mafias del espacio público que hay en la ciudad. Esta es una realidad que ha sido evidenciada por el Director del IPES ante diversos medios de comunicación ante el Concejo de Bogotá y en múltiples reuniones con la Policía Metropolitana de Bogotá.
Anexo reportes de prensa:
- http://www.eltiempo.com/politica/justicia/espacio-publico-en-bogota/16310100
- http://www.pulzo.com/bogota/asi-o-mas-vivas-mafias-cobran-vendedores-ambulantes-por-hacerse-en-espacio-publico/368846
- http://www.elespectador.com/noticias/bogota/nadie-un-secreto-existen-mafias-venden-espacio-publico-articulo-587884
- http://caracol.com.co/radio/2015/07/01/bogota/1435757100_831802.html
- http://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/9-2015-%E2%80%9Cmafias-se-apropian-de-espacio-p%C3%BAblico%E2%80%9D.html
- http://www.noticiasrcn.com/nacional-bogota/hay-48000-vendedores-ambulantes-bogota-proponen-los-candidatos-alcaldia
La comunicadora, sin entrar a dar una clase de periodismo, ya que ustedes son los expertos; recurre a consultar un vendedor ambulante: Edgar Pinzón (fuente directa), quien denuncia al IPES de estar involucrado en la venta de espacio público. Es decir que la entidad pasó de denunciar a ser denunciado, de conformar o hacer parte de una red mafiosa (integrante del crimen organizado). Por lo menos, esto se intuye a lo largo del reportaje. Esta es una injuria y calumnia por parte de la fuente, de la cual se hace parte la periodista al violar un principio básico de la labor periodística al no contrastar la información.
El periodista debe contrastar la información suministrada por sus fuentes informativas. Sin embargo, debido a la premura con la que se elaboró la información, se deduce del trabajo emitido (ya que de las 200 horas sólo paso dos ratos en una calle parada como vendedora ambulante); el papel generador de fuente única que se le otorga al señor Edgar Pinzón distorsiona y falta a la verdad. La comunicadora desconoce la fuente principal de la acusación (el IPES) y no verifica ni contrasta las declaraciones de la fuente única de la aparente denuncia. Con este parámetro el título del informe debería ser otro, lo cual desinforma al televidente.
- El informe, que aparentemente es una denuncia de las mafias del espacio público, desconoce otras fuentes directas o documentales (Policía Metropolitana, recortes de prensa u otros vendedores), lo cual agrava la calumnia, difamación y acusación contra el IPES. A este hecho se suma que, pese a que la periodista (Diana Salinas) cuadró (directamente y mediante su productor y productora) cinco citas para entrevistar al directivo incumpliendo 4 de ellas, no se hizo referencia durante las preguntas formuladas al director del IPES acerca de la acusación. Es decir, se entrevistó al funcionario pero no se contrastó la información, no se verificó lo dicho por el señor Édgar Pinzón.
- Para colmo de rigor periodístico, la comunicadora –además de acusar al IPES de facilitar la ilegalidad- editorializa cuando sale el full del director del IPES a afirmar que habla como si estuviera en campaña política y desconoce el factor principal de sus declaración: la causa de la venta ambulante, de las mafias. ¿Con qué rigor periodístico hace el calificativo de estar en campaña cuando las elecciones ya pasaron y desconoce el valor periodístico de la fuente?
- Otro punto importante es la condición del señor Édgar Pinzón como vendedor ambulante. El señor, como fuente, afirma 'que ha estado en el olvido'.
La verdad de la venta informal es mucho más profunda, es consecuencia de un hecho histórico producto de la violencia, desplazamiento y desempleo entre otros muchos factores que en “200 horas de inmersión” la periodista no logró identificar pero si especular afectando la imagen de una entidad que ofrece alternativas laborales, (no los maneja ni les da permisos, ya que estos son potestad de las alcaldías locales), de reubicación, capacitación e incluso microcréditos para que dejen la calle. Lugar que es mucho más rentable para ellos que estar formalizados y evitar pagar impuestos. Esto no lo dice el señor Pinzón, ya que ha sido beneficiado por el IPES y ha incumplido lo pactado de dejar la calle. Las fuentes se deben verificar, conocer, contrastar; incluso investigar sus antecedentes, principios básicos del manejo de fuentes que se ve en clase de periodismo.
Este informe, que carece de rigor periodístico, generó una información errónea y falsa a la opinión pública y como pocas veces los periodistas rectifican o reconocen el error por iniciativa propia, nos permitimos solicitar a usted una rectificación al respecto.
La Constitución Política de Colombia estableció el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. Sin embargo, no existe en la doctrina, en la academia ni en la judicatura un criterio unánime sobre los alcances jurídicos de la equidad informativa, por lo cual la Corte Constitucional, mediante sus sentencias, estableció diferentes reglas tendientes a la garantía del equilibrio informativo, que busca la reparación de los derechos de quienes son afectados con las publicaciones periodísticas. De ahí la importancia de esta comunicación.
Recurrimos a su equilibrio informativo y agradecemos la rectificación de la misma con el mismo despliegue y oportunidad que se le otorgó a la citada información. Agradezco de antemano su atención a la presente y su gentil compresión a la misma.