El viernes en Ciénaga Magdalena una lluvia de huevos azotó a Carlos Caicedo y Gustavo Petro. Inmediatamente el excandidato presidencial señaló al clan Gnecco como uno de los autores presienciales. Desde redes las huestes petristas replicaron a su ídolo y tomaron como centro de sus inaceptable e incomprensible odio a la periodista Vicky Dávila. El motivo de este ensañamiento es porque Vicky está casada con un odontólogo de la familia Gnecco que nunca nada ha tenido que ver con política.
Bueno, la tendencia Vickyparaca dominó el país todo el fin de semana. Petro no hacía nada para poder callar la calumnia, al contrario daba más datos y afilaba su ponzoña contra su suegro. Como suele pasar con él todo era pura bulla, nada concreto, ni una sola prueba. En cambio desde redes los petristas señalaban irresponsablemente hasta a los hijos de Vicky Dávila:
Hasta el periodista Daniel Samper Ospina intentó frenar los desatinos de Petro que, como siempre, no tenía prueba alguna
Hasta el momento Petro no ha presentado disculpas. Mientras tanto Vicky Dávila no para de demostrar su preocupación, ya lo hizo público en sus redes: