Colombia no ha sido un país cabalero por tradición, sin embargo, la influencia de los directores técnicos y jugadores del sur del continente en nuestro fútbol ha producido que con el paso de los años este haya sido testigo de ciertas cábalas futboleras.
Uno de los casos más recientes fue el de Ramón Cabrero, director técnico fallecido en los últimos días. Cabrero llegó a Atlético Nacional en el año 2009 después de haber conseguido el primer campeonato del fútbol argentino en la historia del modesto club Lanús. Aunque no consiguió ningún título en el año que estuvo al mando del club antioqueño, todos los hinchas verdolagas recuerdan la camiseta rosada que vestía en cada partido. Durante dos campeonatos, todos los estadios del país fueron testigos de la camiseta rosada de Don Ramón.
Por otro lado, no podemos olvidar la influencia que tuvieron tanto Carlos Salvador Bilardo como Osvaldo Juan Zubeldía en nuestro fútbol. El primero dirigió a la Selección Colombia en el año 1980 tras su paso por el Deportivo Cali, mientras que el segundo marcó una era en Atlético Nacional al final de la década de los 70s. Pertenecientes ambos a la escuela de Estudiantes de la Plata, uno de los clubes más cabaleros del mundo, son muchas las historias curiosas que rodean su vida futbolística. Sobre el doctor Bilardo, por ejemplo, reposan infinidad de anécdotas, muchas de ellas en el mundial de México 86, donde obtuvo la copa de la mano de Diego Maradona.
Se dice, por ejemplo, que en los días de partido durante ese mundial, Bilardo llamaba a su esposa a las 5 de la tarde en punto. Ni un minuto más, ni un minuto menos. También se cuenta la historia de la caravana que acompañaba a Argentina a los partidos, siempre iban dos carros adelante del bus que transportaba al equipo. Para el partido de la final, la organización pretendió poner más carros adelante, a lo que Bilardo se negó rotundamente diciendo: “Dos carros adelante y el resto atrás. Si no, no vamos”.
Como estas, existen muchas más historias que tanto en Cali como en Medellín aún se recuerdan, tal vez fueron estos dos personajes del balompié mundial los primeros que introdujeron las cábalas en nuestro fútbol.
Después del paso de Bilardo por la Selección Colombia, pasaron 31 años para que el combinado nacional volviera a tener un director técnico extranjero y con la llegada de José Nestor Pekerman, el 5 de enero del 2012, volvieron las cábalas. La corbata amarilla es tal vez la más evidente.
El debut de Pékerman con Colombia fue en un amistoso frente a México, en esa ocasión Colombia ganó 2 – 0 con goles de Cuadrado y Falcao. Ese día el técnico utilizó la corbata amarilla y desde ahí nunca se la ha quitado.
Otra cábala evidente es la de las medias. Tradicionalmente el combinado colombiano ha jugado con medias rojas, pero en la era Pekerman esto ha cambiado y siempre que sea posible, Colombia juega con medias blancas.
Como estas, otras cábalas rodean al cuerpo técnico de la selección que clasificó al mundial de Brasil 2014 y Rusia 2018. Bien es sabido que el director técnico nunca atiende a los medios de comunicación en espacios diferentes a los asignados por la Federación ni atiende entrevistas personales, todo según dicen los allegados, por cuestión de buena suerte.
Y aunque al ser cuestionados por las cábalas, todos las niegan y dicen que son costumbres irrelevantes, no cabe duda que en cuestiones de fútbol, los amantes del deporte más hermoso del mundo siempre haremos lo que sea necesario para garantizar el triunfo de nuestro equipo. No importa que esto implique ver los partidos siempre en el mismo lugar y con la misma gente, ponerse siempre la camiseta de la suerte, sin importar cuantos años o agujeros tenga. Otros inclusive prometen no afeitarse la barba, cortarse el bigote o hasta pintarse el pelo.
En cuestiones de cábalas, los colombianos haremos todo lo necesario para garantizar el éxito de nuestra selección en Rusia 2018.