Invertir dinero en apuestas por medio del futbol es equivalente a la práctica de cualquier vicio.
En la ciudad de Neiva las casas de apuestas han adquirido un valor muy significativo; en su gran mayoría los consumidores son hombres que oscilan entre los dieciocho y cuarenta años de edad que a distintas horas del día acuden a este tipo de negocios. Alrededor de doscientas personas depositan su confianza absoluta al juego de azar, con la esperanza de luego obtener su “merecida” remuneración económica.
Esta enfermedad que día a día recluta más soldados se está imponiendo en la localidad del barrio Cándido al norte de la ciudad de Neiva, donde ahora, es habitual encontrar a la comunidad estudiantil realizando sus apuestas diarias para ganar dinero y posteriormente gastarlo en sus actividades extra laborales. Aunque estas prácticas se han vuelto tan recurrentes, el índice de “pegarle a la polla” es muy bajo, porque las personas que acuden a la Bombonera (casa de apuestas en el barrio Cándido) aseguran que prefieren perder poco dinero ahora, teniendo en cuenta que el día de mañana pueden tener por cantidades.
A puro oído esta iniciativa es muy llamativa, además tiene la capacidad de corromper a cualquier pastor facilitándole la mínima cifra de 5000 pesos a la hora de apostar y según su habilidad “nostradamiana” poder multiplicar acérrimamente esa cifra. Ese interés facilista de ganar dinero por montones fue lo que detallaron las grandes empresas a la hora de analizar y decidir agrupar a estos enfermos por el dinero fácil y crearles en su subconsciente una razón de peso para recurrir a incurrir en este tipo de apuestas.
Los deportes, en especial el futbol es el tema que siempre está en la mente de todos los hombres, ya sea por el fanatismo que provocan algunos equipos o por la simple apreciación a este deporte; siendo y estos comportamientos los promotores para la creación de varias casas de apuestas como lo son BET356 y BWIN para que se establecieran con fuerza en muchos países del mundo incluido el nuestro.
El motor impulsor que tiene hoy por hoy mejor ranqueadas estas empresas (BET365 y BWIN) son las copas del mundo hablando del deporte rey (futbol); y los juegos olímpicos por las demás disciplinas. Esa euforia generada en Colombia sobre las apuestas deportivas alcanzó su clímax luego de la clasificación de la selección colombiana de futbol al mundial de Brasil 2014, este campeonato le depositó la confianza absoluta a miles de colombianos por suponer y anticipar ciertos marcadores.
Estos campeonatos de auge internacional hicieron que las páginas web dedicadas a las apuestas colocaran sus locales en puntos estratégicos de toda la ciudad de Neiva, con el fin de motivar a muchos fanáticos impulsivos que no piensan en el dinero que pierden sino en la ganancia venidera o mejor dicho ludópatas como puede llegar a serlo Jhoan Sebastián Salazar (habitante del barrio Cándido de Neiva) a apostar cada vez que haya un partido digno de confiarle un marcador.
Esto de la ludopatía es delicado, porque según la APA (Sociedad Americana de Psicología) es un trastorno en el que la persona se ve obligada por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a la vida personal, familiar y vocacional. Tan preocupante es la cuestión, que estos hombres “maduros” solo tienen vida y tiempo para las cifras que se producen por un lado en la cancha y por otro en la pantalla de sus computadores.
Sin duda alguna puedo describirlos como personas acérrimamente supersticiosas, lo digo porque Jhoan le deposita toda su fe al Atlético Huila que viene siendo el club de sus amores y su amuleto de la buena suerte, aunque la estadística esté totalmente en contra de sus convicciones, no le tiembla el dedo al darle click en la pantalla para cerrar su apuesta dominguera.
También esta enfermedad le crea convicciones falsas a los ludópatas, porque según ellos, si ganan la apuesta arreglan todos los problemas económicos del hogar, ¡hágame el favor! Todos hemos pasado por problemas intrafamiliares donde las apuestas no entran como manera de solución, siendo así una excusa más de caer en este virus. Las posibilidades laborales hoy en día no es que sean muy factibles y por temporadas se escasean aún más, pero eso no quiere decir que no existan un sin número de opciones viables para salir de los problemas personales.
Pero es tan profundo el trastorno psicológico de esta enfermedad, que las personas que lo padecen como Jhoan, que además de terco, sigue empeñado en que las apuestas lograrán darle la satisfacción única de pagarle la deuda que su padre tiene acumulada por años, que insisto, las oportunidades laborales por muy mala que sea su remuneración o cargo, jamás desmerita el esfuerzo y empeño que se hace en la labor y que por el contrario no tendrá la suerte.
Otro centro especializado en este caso MEDLINE PLUS ha dicho que los ludópatas que no logran acertar en su “polla” se desesperan y acuden de cualquier manera a realizar más apuestas hasta que consiguen su objetivo; de repente ocurrió un flash back en mi cabeza y recordé aquella tarde en que Jhoan gano una “polla” por el hecho de que hizo tres apuestas en un mismo día, esto demuestra que el hambre es cada vez más difícil de saciar y que la vida del ludópata se reduce al prejuzgar, esperar y si tiene suerte, ganar.
De ahora en adelante lo mejor sería pensar dos veces antes de realizar una apuesta, claro está para no ser otra víctima de esta enfermedad que se camufla de pasatiempo y adicción, que en realidad hasta antidepresivos como Naltrexone se han recetado, aunque no queda duda de que esto seguirá siendo un tema de reconocimiento y compromiso para su superación meramente psicológica.
Las apuestas, ¿adicción o enfermedad?
Las apuestas son una enfermedad difícil de curar
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