En el país existe un alto desconocimiento de la geografía marina por parte de la academia, la ciudadanía y el Estado, lo cual potencia las dinámicas de baja apropiación territorial, la nula veeduría sobre las actividades económicas que allí se generan, perpetuando formas de administración no cualificadas para el 50 % del territorio nacional. Este desconocimiento aumenta los riesgos de degradación ambiental de los ecosistemas litorales, coralinos y oceánicos, afectando de manera fundamental la biodiversidad y las posibles actividades del ser humano en este espacio.
Una radiografía superficial del país enuncia que en Colombia existen 889 bloques petroleros, de los cuales 93 están en el mar Caribe y el océano Pacífico; aun cuando el número de los bloques ubicados en la superficie continental es mayor, cabe resaltar que las áreas existentes en las zonas marítimas y oceánicas son superiores por su extensión. En el siguiente mapa se ilumina la zonificación generada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos sobre los bloques petroleros del país.
En él se puede constatar que hasta el momento solo un bloque se encuentra en proceso de explotación por parte de la empresa Chevron, mientras que 12 están en etapa de explotación por parte de las empresas Anadarko, Shell, Ecopetrol, Petrobras y Noble Energy, pero cabe resaltar que es poca la literatura sobre los posibles impactos ambientales, económicos y culturales que pueden generar el desarrollo de actividades extractivas, como la petrolera, en zonas marítimas tan ricas en biodiversidad como la del mar Caribe.
Es de resaltar que los ecosistemas marinos en el país son poco estudiados por parte de la academia, y ello tiene mucho que ver con la baja apropiación territorial, el limitado estímulo a los procesos de investigación y la mirada provincial que se tiene sobre los espacios estratégicos, valorando estos solo desde su dimensión turística y no desde su integralidad ecosistémica y geográfica. Es por ello que son reducidos los programas de estudio que ofertan el aprendizaje sobre ecología marina, geografía marina y biología marina en el país, razón por la cual es vital elevar la discusión desde diferentes sectores sociales sobre el tema de explotación petrolera en márgenes oceánicos y marítimos, con el fin de tener miradas más cualificadas a la hora de tomar decisiones sobre estos lugares estratégicos, ya que las consecuencias de un mal manejo productivo puede acarrear impactos incalculables en los sistemas marítimos, generando problemáticas ambientales, políticas, económicas y culturales de gran calado para la nación.
Por último, es importante referenciar la necesidad de comprender los procesos morfológicos de la plataforma continental, las dinámicas que producen las corrientes marinas existentes, aunado a la ubicación y conectividad biogeográfica de estos espacios para comprender las relaciones ecosistémicas que allí se desarrollan, ya que ello es vital para la planificación territorial de las actividades que se implemente por parte de la comunidad, empresas, academia y el Estado en el mar Caribe y el océano Pacífico, de ello depende la toma de decisiones de manera integral para la protección y conservación de el 50 % del territorio que conforma el Estado colombiano.
