Los musulmanes en Colombia pudieron dejar de orar al escondido hace un poco más de dos décadas cuando en el gobierno de César Gaviria, el Congreso aprobó la libertad de culto en la nueva Constitución. Con la inmigración de árabes en los años 20, que llegaron con su credo y su culto al islam, se fueron armando comunidades en la costa Atlántica, Pacífica y en Bogotá, donde las reuniones eran en una pequeña mezquita improvisada en el centro de la ciudad. Sin embargo, con el tiempo los centros de oración se han ido formalizando y existen ya 13 en el país.
Sheikh Ahmad Tayel - Mezquita Abou Bakr
La mezquita central de Bogotá se inauguró como un gran edificio circular con capacidad para 500 personas hace siete años. Su localización es estratégica en un lugar de mucho tráfico que resulta útil para la difusión del credo. La cabeza de esta comunidad, el sheikh Ahmad Tayel, llegó a Colombia en 1992 con su esposa y su hijo. Fue enviado por una fundación islámica, de la que logró apoyo para escapar a la guerra en Siria, su país, y con la cual trabajaba desde entonces. Desde que era estudiante de literatura inglesa en la Universidad de Damasco, armaba pequeños grupos de tertulia con sus compañeros, que terminaron por incomodar al gobierno de Hafez Al-Assad.
Esta habilidad le sirvió para incentivar a organizarse a los musulmanes de Bogotá en el primer lugar a donde empezó recién llegado: una pequeña sala de oración vecina de la Plaza de Bolivar. Era el sitio perfecto para recoger a los comerciantes de textiles palestinos, libaneses, indonesios y colombianos. Sunitas y chiitas oraban juntos alrededor del Corán. La comunidad creció y a punta de colectas y con el apoyo de la Asociación Benéfica Islámica de Bogotá financiaron la construcción de la gran mezquita con arquitectura árabe: Abou Bakr.
Con el traslado cambió también el carácter del templo y pasó a ser fundamentalmente sunita. Todos los viernes Tayel lleva el sermón y la oración con los fieles inclinados en dirección a La Meca. Su formación academica en Siria le ha abierto puertas como traductor y maestro en colegios y universidades para divulgar el Corán y romper prejuicios.
Carlos Sánchez – Mezquita Estambul
Las diferencias entre un grupo de fieles, en cabezado por Carlos Sánchez, y el sheikh Ahmad Tayel dio pie para que apareciera la segunda mezquita en Bogotá. Querían un lugar donde se enseñara el Corán desde la mirada y la voz de los colombianos que se habían convertido al islam, convencidos de que era la mejor forma de acercar más personas a su credo. En el año 2004 consiguieron una casa antigua junto a la embajada de Palestina, donde edificaron la mezquita Estambul, que ahora recibe a cerca de 120 personas sunitas – la mayoría colombianos y algunos musulmanes orientales-. El líder de esta comunidad es Sánchez, quien se considera un orientador religioso, vigía de que las enseñanzas del profeta Mohammed se cumplan.
Carlos Sánchez llegó al islam en 1979 convencido de las respuestas que había encontrado en las páginas del Corán a sus 34 años. Cursaba los primeros semestres de teologìa en la Universidad Santo Tomás en Bogotá, después de haber recibido su primer grado como abogado. Se inició en la pequeña sala de oración en el centro, donde conoció al sheikh Mustafa, quien lo sumergió en el credo con clases sobre la ley islámica y las enseñanzas de Allah y el profeta Muhammad. Desde entonces se encarga de administrar la mezquita Estambul y sacar adelante el primer colegio musulman de Colombia, un proyecto que en los próximos meses verá la luz.
Sheikh Lyes Marzougui – mezquita Al Qurtubi
Otra de las mezquitas lideradas por un sheikh es Al Qurtubi, una casa de dos pisos en el barrio Nicolás de Federman. El líder religioso de esta comunidad es el fránces Lyes Marzougui, quien llegó a Colombia hace 12 años para mejorar su español y aprender de la cultura. Desde que conoció a su esposa colombiana en la Universidad de Damasco, se fijó en el país como en uno de los lugares donde profesar además su religión. Inició con un pequeño centro de estudios islámicos, que después convirtió en el tercer lugar sagrado para los musulmanes sunitas en la ciudad.
Lyes Marzougui se encaminó en la espiritualidad inspirado en su padre y abuelo de origen tunecino. Pero no se ha limitado a profesar el islam sino a entender el poder en Asia, por lo que ha realizado estudios de Civilización & Geopolítica del Mundo Árabe-musulmán en el Instituto INALCO de París, Francia. Una formación que le ha dado fama en Colombia hasta convertirlo en profesor de prestigiosas universidades como el Rosario y la Javeriana.
Mohammad Mohsen – mezquita Al Reza
En 2010, los musulmanes chiitas en Bogotá se decidieron a abrir su primera mezquita. Encontraron en una casa vecina al Palacio de los Deportes, ahora el Movistar Arena, el lugar apropiado para levantar su centro religioso Al Reza. En la dirección de esta mezquita está Mohammad Mohsen, quien lo mantiene económicamente, su esposa y sus cuatro hijos que se encargan de talleres y clases sobre islam. Antes de de llegar a Colombia en 2007, Mohsen había hecho sus estudios en Irán, incluido un doctorado en arquitectura que le sirvió para darle un aspecto árabe a Al Reza. Durante los 13 años que lleva en el país ha intentado mantener un perfil bajo, incluso durante las celebraciones en la mezquita, donde delega la vocería a sus hijos.
Marlon Cantillo – mezquita Ahlul Bayt (La familia del profeta)
La mezquita más joven en la ciudad es Ahlul Bayt, liderada por el barranquillero Marlon Cantillo, quien influenciado por la constante llegada de musulmanes a su tierra natal, se convirtió al islam a los 20 años. Su vinculación con este credo lo impulsó a estudiar en la Universidad Al Mustafa Qom de Irán, donde actualmente cursa la licenciatura de ciencias islámicas.
Durante uno de sus regresos a Bogotá en 2011 y motivado por las diferencias con Mohammad Mohsen, Marlon Cantilo junto a otros chiitas creó el centro de estudios Ahlul Bayt, a donde asisten sunitas y chiitas para orar. Desde allí lidera además actividades para demostrar, según sus palabras, que el islam “no es fundamentalismo ni radicalismo y que podemos convivir de manera feliz con los demás y hacerle aportes significativos a la sociedad colombiana”. En parte por esto Cantillo se ha convertido en uno de los líderes musulmanes que apoya el proceso de paz entre las Farc y el gobierno y ha participado en foros internacionales contra el terrorismo y a favor de la unidad islámica.
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