En 2007 María Isabel Murillo, más conocida como Misi, empezó a gestionar el ambicioso proyecto Proscenio, un teatro en el barrio La Cabrera. Sin embargo, estuvo dormido por más de 10 años por la resistencia de los vecinos que no están conformes con la transformación de la zona en el norte de Bogotá. Ahora, la alcaldía de Enrique Peñalosa, a través del decreto 674 del 22 de noviembre de 2018, aprobó el proyecto transformado que incluye deprimidos viales, oficinas, locales de comercio, viviendas y el prometido teatro.
Desde 2013 la constructora Cimento es la cabeza del proyecto, a cargo de su gerente general Gabriel Escallón, y lleva varios años adquiriendo los 260 predios que serán demolidos para dar vida a Proscenio. Cimento Inmuebles Comerciales es una firma creada por la fusión de la constructora bogotana Amarilo y de la guatemalteca Spectrum, el brazo inmobiliario del Grupo Pantaleón (líder azucarero aliado con Manuelita de Colombia en Brasil) para la construcción y operación de centros comerciales. Sin embargo, todavía hay resistencia de algunos vecinos, y hasta que el 100% de estos no lo aprueben, como obliga la ley, Proscenio seguirá en papeles.